Compone para 'conquistar'

AutorSalvador Velázquez

Con un nombre poco usual, cantando "A Labio Dulce" y con su disco Fresas con Vodka bajo el brazo, Iskander se abre paso en el ámbito musical como cantante, aunque él se considera, más que nada, compositor.

Prueba de ello, es que nunca le interesó participar en un reality musical, pues, los que se han transmitido, sólo eran para intérpretes.

"Nunca lo intenté ni me interesó. Sí pasa por tu cabeza, porque la gente te dice, pero no. Soy más compositor, no soy tanto cantante ni intérprete. Si hubiera un reality para compositores, le hubiera entrado sin pensarlo", asegura.

Para Iskander, el éxito que ha logrado en cada una de sus presentaciones se debe, principalmente, a la letra de sus melodías.

"Cada vez que me siento a hacer una canción, dejo mi mil por ciento. Y digo mil porque, si digo 100, puedo hacer unas 10 canciones diarias, pero siempre que me siento a escribir una trato de que tenga vida propia y que me ponga la piel 'chinita' en cada parte, y sé que, si a mí me la pone, se la va a poner a otras personas", dice el intérprete, cuya inspiración es la vida misma.

Aunque su nombre parece fruto de la imaginación, Iskander, de 24 años, afirma que se llama así desde que nació.

"Así le decían a Alejandro Magno, el gran conquistador. Mi madre leía demasiado, y por eso me puso así. Es mi nombre real".

Hace cinco años, el músico, quien se dio a conocer en los bares de Metepec, decidió que, lo que tomaba como un juego desde niño, podía convertirse en su profesión.

Iskander recuerda que, en la Ciudad de México, Arturo Forzán, director de Oye 89.7, fue uno de los programadores que empezaron a apoyar su música.

"Sin conocerme, comenzó a tocar el tema ('A Labio Dulce'), que dos o tres meses después ya estaba cuadrado en todas las estaciones a nivel nacional, y ahora está en el top ten".

Pero, aunque ahorita atraviesa por un buen momento, no todo ha sido fácil.

"Una vez, en un bar que toqué, había como tres mesas. Creo que era día festivo o puente, y cuando empecé a tocar quedaba sólo una pareja, que, como vieron que no llegaba gente, de repente se fueron. Me quedé con los meseros y la gente del lugar, pero se puso padre y hubo bastante ambiente, aunque sí me quedé 'de a seis' cuando actué sin público.

"De repente me ha tocado estar frente a 40 mil personas, y todo mundo corea la canción. He vivido los dos lados de la moneda. Esos momentos en los que te das cuenta de que hasta los meseros se saben tu...

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