Cómplice Futurista

AutorDavid Loji

La CH-R de Toyota destaca por su personalidad futurista. Pareciera que fue enviada a nuestra era desde el futuro, por su estilo extrovertido que es una reinterpretación de lo que puede ser una camioneta.

Este diseño es lo que sucede cuando los serios diseñadores de Toyota se sueltan el pelo y dan rienda suelta a su creatividad.

Pero CH-R no es sólo futurista, también es un cómplice de aventuras y su diseño urbano es adecuado para ir al club, pero al mismo tiempo, brinda una altura adicional sobre el piso que le permite acompañar a su dueño al campo, a montar bicicletas o hacer recorridos en kayak.

El techo es muy interesante, pues en su parte posterior pareciera flotar, mientras que la parte trasera tipo "fastback" le da un aspecto de auto deportivo que en una camioneta luce muy juvenil, aunque sacrifica algo de espacio para las cabezas de los usuarios del asiento trasero.

Toyota logró muy hábilmente darle aspecto de coupé a la CH-R, al combinar la inclinada línea del techo con ventanas bajas y dando un aspecto muy limpio a las puertas traseras que no muestran manijas para abrirlas, pues están ocultas en la unión del final de las puertas, techo y ventana trasera.

Los costados tienen muy realzados los arcos de las ruedas y presumen complejas líneas de carácter. La Toyota CH-R es tan futurista que los espejos tienen generadores de vórtices para mejorar la aerodinámica del auto.

Las luces traseras son complejas y sus superficies son realzadas, aunque la iluminación no es mediante LEDs.

Es muy positivo que a pesar de su extrovertido y futurista diseño la CH-R es reconocible de inmediato como un miembro de la familia Toyota y esto es evidente en el diseño de faros, parrilla y fascia delantera.

Sería agradable que la versión que se vende en México tuviera cámara de reversa, pues la ventana trasera es pequeña y esto dificulta las maniobras de estacionamiento.

Tiene motor de 4 cilindros 16 válvulas de 2.0 litros de desplazamiento, con 148 caballos de poder y 142 libras-pie de torque.

Este motor no es particularmente rápido en cuanto a aumentar revoluciones, pero su potencia es más que adecuada; a bajas revoluciones revela al conductor que no es turbo, pues requiere alcanzar las 2,500 revoluciones por minuto para desarrollar el mejor nivel de poder.

La transmisión automática es tipo CVT y tiene modo manual, pero su operación disfraza la potencia del motor. Hacer los cambios manualmente ayuda algo.

Aunque podría transmitir más sensaciones, el manejo...

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