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AutorLiliana Del Olmo

Fotos: Humberto Pérez

Cuando en 1994 Salvador Rojas y Francisco Barona crearon el Centro Caballar Los Azulejos, su idea era promover al caballo lusitano dentro de competencias como el salto y el rejoneo pero, al paso de los años, el recinto se ha convertido en uno de los clubes hípicos más importantes del Valle de México.

"El que comenzó toda esta cuestión de las tierras en Atizapán fue mi bisabuelo Felipe Rojas, quien tuvo tres hijos: Rutilo, dueño de lo que ahora es Vallescondido y Chiluca; Ángel, a quien le tocaron los ejidos de Espíritu Santo, y mi abuelo, Brígido, a quien le correspondió la Hacienda del Pedregal y lo que hoy es Los Azulejos", expresó Salvador Rojas, de 54 años.

Salvador recuerda sus recorridos a caballos por las tierras de su papá, quien les inculcó a sus hijos el amor por los caballos.

"Aquí teníamos una ganadería de toros de lidia llamada San Judas Tadeo, pero en 1976 nos fuimos a Tepeji del Río porque creció enormemente esta zona y se construyeron clubes de golf; el ganado, cuando eran tiempo de sequía, buscaba pasto y se metían a los greens", compartió el veterinario egresado de la UNAM.

Francisco Barona recuerda que el nombre del Centro Hípico fue idea de la rejoneadora Conchita Cintrón.

"A Conchita nos la trajimos de Guadalajara y estuvo viviendo aquí durante algún tiempo; una tarde estábamos viendo el campo y vio bajar a los pájaros de color azul que andan por esta zona, llamados azulejos, inmediatamente me sugirió el nombre y me pareció el más adecuado para el lugar", mencionó Francisco, quien recibió la alternativa en la plaza Nuevo Progreso de Guadalajara.

El Club Hípico, que cuenta con tres pistas y dos paddocks, picadero techado, clínica de caballos, además de servicio de restaurante y cafetería, se ha convertido en un atractivo punto de atención para todos aquellos que gustan de tomar clases de equitación.

"Contamos con equinoterapia, indispensable para todos aquellos niños que tienen algún problema motriz, les ayuda mucho tener contacto con el caballo", dijo Barona, quien estudió Ingeniería Civil en La Salle.

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