Comparte Velasco 'pequeñas fechorías'

AutorPatricia Cordero

El espíritu del merolico que vende cosas inútiles, del niño que patea sin compasión a una botarga, de los pavos sacrificados en navidad o los fanáticos que hacen cualquier cosa por sus ídolos cobran vida en personajes que, de una u otra manera, hablan por y de Xavier Velasco (México, 1958).

Después del éxito de Diablo guardián (Alfaguara, 2003), el escritor presenta El materialismo histérico, una serie de relatos creados para la radio y que, contrario a lo que pudiera pensarse, fueron escritos a la par de la novela que ganó el Premio Alfaguara del año pasado.

Las historias de esta nueva aventura de Velasco fueron desde un inicio pensadas para conformar un libro; sin embargo, fue el productor y director de Z Audio, Martín Hernández, quien lo invitó a realizar las cápsulas para el programa radial Lógica pretzel que se transmitía hace un par de años en Imagen 90.5.

"Después de la promoción de Diablo guardián me encerré a acabar El materialismo histérico. Tenía mucho miedo y quería que fueran variaciones a un mismo tema, un libro muy conceptual, un solo volumen indivisible. Afiné las historias, porque la primera versión de borrador sale con frescura, una frescura muy bonita para la radio; son viajes más cortos, pequeñas fechorías", dice.

Y los relatos son tomados de pequeñas anécdotas, entre las que se mezclan el humor, el sarcasmo, la ambición y la lucha entre el bien y el mal.

"Quería hacer una pequeña variación en la brújula moral, es decir, moví esa brújula para lo que está bien esté mal y viceversa", como sucede en El origen de los hospicios, cuento que narra los avatares de un hombre que trabaja dentro de un disfraz de oso afuera de un supermercado, y que a diario es atacado por un niño, pero luego cobra venganza de forma indirecta.

"Varias veces me he sentido así. Estuve en varios trabajos como en una botarga, trabajos indignos como cuando fui editor de la revista para el antro Quetzal, o al escribir los textos para Señorita Estado de México, e incluso en publicidad, porque hay anuncios de los cuales no me siento orgulloso".

Pero a Velasco le gusta retar al destino. Prueba de ello es su colección de cartas cadena, que inspiraron la historia de La cadena degollada, basada en los asesinatos...

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