Cometen 27 violaciones durante juicio de Jesús

AutorJuan Carlos Magallanes

Jesús, el Hijo de Dios, fue víctima de un proceso penal plagado de irregularidades y corrupción cuando enfrentó la justicia de los hombres.

Durante el proceso judicial al que fue sometido se cometieron 27 violaciones, explicó Luis Ignacio Navarro González, doctor en Derecho especialista en el Código Romano.

El juicio de Jesús se desenvolvió en una situación de crisis política que existía en Israel, subrayó, en ese entonces los hebreos estaban dominados por los romanos, pero a nivel legal dejaban coexistir ambas legislaciones.

Caifás, quien encabezó el juicio contra Jesús, era un juez corrupto y Sumo Sacerdote, es decir, era el presidente del Sanedrín, que era la máxima autoridad entre los hebreos o israelitas. Y aunque el cargo debía durar cuatro años, sin derecho a reelección, él estuvo 17 años en el poder.

"Cristo fue aprehendido, cometiéndose 27 violaciones procesales, de las 27 hubo 21 en la sesión nocturna y el resto en el día", explicó.

Las primeras tres tienen que ver con el momento en que lo capturan: Cristo fue aprehendido de noche, cuando la ley judía prohibía las aprehensiones y los procesos nocturnos según el Mischná, tratado Sanedrín, Capítulo IV.

Esta acción se realizó después del sacrificio vespertino, lo que viola el Talmud de Jerusalén y además lo hicieron en la víspera de la fiesta de Pascua, prohibido por el Mischná.

Jesús fue interrogado y lo obligaron a que se declarara culpable, cuando el Mischná dictaba que nadie se podía perjudicar a sí mismo.

"En pleno juicio, Cristo es abofeteado, un guardia comete una brutalidad en presencia del presidente y de los jueces. Dicho de otra manera, es tortura", señaló.

Se buscaron testimonios falsos que lo incriminaran y se omitió examinar la calidad de los testigos pese a que la ley obligaba a tomarles juramento de decir verdad.

Además sobornaron a testigos falsos y a sabiendas de esto, permitieron su declaración con validez jurídica; otra irregularidad fue que dos personas atestiguaron juntos.

La décima segunda violación que se cometió fue cuando el juez Caifás se convirtió en testigo para condenar a Cristo.

Se indujeron las respuestas de Jesús: "Te conjuro por el Dios vivo que nos digas que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios", narra el Evangelio de Mateo, cuando el juramento estaba prohibido para el acusado, según el Mischná.

Esta pregunta era una trampa: si afirmaba o negaba sería declarado culpable de blasfemia o de impostor.

Ante la respuesta de Jesús "Yo soy", Caifás rasgó sus...

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