Comercio exterior
| Autor | Alondra Vargas |
| Páginas | 26-27 |
Comercio
exterior
Hacia 2022: Comercio Exterior en México
post COVID-19.
Alondra Vargas
El 2021 fue un año interesante para el comercio
internacional por las consecuencias que tuvo
el COVID-19 en la logística comercial, las
regulaciones locales e incluso en los acuerdos
internacionales. La reconfiguración en la
logística y el aumento en la demanda del
comercio en plataformas digitales durante la
pandemia replantearon el funcionamiento de
las cadenas globales de producción.
La actualización en regulaciones a nivel
local y la digitalización del Comercio Exterior
en México, tema ya planteado en los últimos
años, tomó relevancia por las latentes
complicaciones presentadas en los procesos
administrativos. Al respecto, la Secretaría de
Economía publicó acuerdos para implementar
medidas administrativas estableciendo un
sistema electrónico para los trámites mediante
el uso de correo electrónico como medio de
comunicación y notificación oficial, la
celebración de audiencias o reuniones vía
remota y el incremento de trámites a presentar
en VUCEM. A pesar de que falta camino por
recorrer, con lo anterior se espera una
simplificación para las empresas en los
trámites de sus operaciones, promoviendo un
incremento en la inversión que no se daba por
dichas complicaciones administrativas.
La incorporación de la Manifestación de
Valor Electrónica; el Sistema Electrónico
Aduanero (“SEA“) y la transmisión del folio
fiscal del CFDI con el complemento Carta
Porte también son cambios que pretenden
simplificar los trámites aduaneros, mismos que
al momento, han generado controversia para
las empresas. Sin embargo, hasta su
implementación se podrá observar si serán en
beneficio o perjuicio de los contribuyentes.
Por su parte, al demostrarse la necesidad
del intercambio de bienes entre países durante
la pandemia, los acuerdos comerciales son
factor importante para la reactivación
económica.
Por lo tanto, a un año de la implementación del
nuevo tratado TMEC, aún quedan tareas pendientes
para el gobierno mexicano, como lo es
principalmente el brindar mayor certidumbre jurídica
para la inversión y el comercio a través de las
reformas a implementar, así como la digitalización y
relocalización de las cadenas de producción en el
país.
Con lo anterior, se estima una reconfiguración del
comercio internacional para 2022 con grandes retos
para el Estado mexicano (para cumplir con las
obligaciones acordadas en los contratos y para
adecuarse a las exigencias del mercado
internacional), pero sobre todo de oportunidades
para las empresas que realizan operaciones de
Comercio Exterior en México, quienes en conjunto
promoverán la modernización de la logística
comercial, la implementación de las nuevas
regulaciones locales y la reactivación económica a
nivel mundial.
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