La Alcancía/ Comerciante o fabricante

AutorRicardo Alarcón Menchaca

Cuando hemos tomado la decisión de trabajar por cuenta propia, ya sea porque nos queremos independizar o estamos recién graduados, lo que nos lleva a seleccionar nuestro negocio mucha veces es el azar. Pocas veces nos detenemos analizar si es realmente lo que queremos.

He visto muchos casos de amigos que por alguna razón tuvieron que independizarse y de ser empleados tienen que empezar por cuenta propia. Por lo general, para ellos implica un descontrol en su actividad diaria, desde su rutina de presentarse a trabajar hasta el recibir un dinero seguro cada mes.

Es difícil cortar la dependencia de un trabajo. Para muchos significa estabilidad, seguridad, orden, pero a veces es inevitable el tener que tomar la iniciativa y empezar a trabajar en un negocio propio. Algunos porque han sido despedidos de sus trabajos y sucede que ya no están en edad para que encuentren un empleo seguro.

Los recién graduados también se enfrentan al mismo problema: "¿En qué puedo trabajar o dónde puedo encontrar empleo?". Muchos no saben qué dirección tomar y se dejan llevar por las circunstancias.

También hay personas que se deciden a iniciar su propio negocio. Este puede ser de las siguientes formas: 1. Fabricar, producir o transformar un bien o servicio, 2. Ser intermediario en la comercialización de algún producto o servicio, o 3. El comercio a través de tiendas.

Iniciar su propio negocio con una fábrica es muy bueno, porque como lo comentamos en nuestra columna anterior, nuestro esfuerzo lo vamos a multiplicar. Esta fábrica puede ser pequeña o con lo mínimo para empezar a producir. Lo importante es que tenga futuro de crecimiento y su producto sea aceptado en el mercado.

Pero la gran diferencia respecto a los otros negocios es la forma o los problemas que nos encontramos al momento de querer vender nuestros productos. Nosotros tenemos que hacer el esfuerzo de ventas y esto implica que hay que ofrecerlo a nuestros posibles compradores. Hay que llevárselos, hacer cita, mostrar nuestra mejor cara, dar nuestras mejores condiciones, insistir que nos compren y competir contra otros productos semejantes.

Si nuestro producto es aceptado, hay que esperar que tenga buena comercialización, que se venda y finalmente que nos lo paguen. Y esto es aceptar las condiciones que nos pongan o que se negociaron.

Este es casi siempre el camino que tenemos que seguir si queremos ser fabricantes. Salvo en ciertas ocasiones cuando nuestro producto es de muy buena venta, entonces es...

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