La comedia política / Mancera quiere llorar

Un capo de la mafia descubrió que su operador financiero le había robado 20 millones de dólares.

(¿Se han fijado que los narcos no tienen "tesoreros" o "administradores" ni siquiera "contadores"? Ahora ya todos son "operadores financieros". ¡Que le bajen! Ni que hubieran estudiado en Harvard. Pero volvamos a la historia que les estaba contando.)

Al descubrir la transa, el mafioso decidió castigar al que había sido, hasta entonces, su más cercano, querido y fiel cómplice. El hombre era sordomudo razón por la que fue puesto al cuidado de los dineros. Como no podía oír ni decir nada, no podría ser utilizado por la Policía como testigo en contra del jefe.

El capo ordenó que lo trajeran ante su presencia y mandó llamar también a una de sus abogadas, una guapa mujer rubia, de ojos azules y que, además, conocía a la perfección el lenguaje de señas de los sordomudos.

Cuando tuvo ante sí al asustado contador sordomudo, el jefe le reclamó:

-¿Cómo es posible que tú, mi mejor amigo, me hayas traicionado?

La abogada, usando el lenguaje de las señales, tradujo la pregunta al contador.

-Yo no te traicioné -respondió a señas el hombre y la abogada tradujo: "Dice que no sabe de qué le hablamos".

-Dile que insulta mi inteligencia. Que el dinero es lo de menos, pero que no puedo perdonar una traición como la suya -y le colocó el cañón de la pistola en la cabeza.

La mujer se lo tradujo así al sordomudo: "Dice el jefe que si no le dices en dónde escondiste el dinero, te va a meter un tiro en la cabeza".

Asustado, el contador respondió a señas: "Jefe, yo nunca te traicioné. ¡Al contrario! Escondí esos 20 millones de dólares para que te sirvieran como un seguro en caso de que la Policía nos atrapara. ¿Cómo crees que te iba a traicionar? Si hemos sido hermanos toda la vida. Ese dinero está seguro, listo para que vayas por él. Está enterrado en el jardín de mi casa de Acapulco, debajo de la única palmera que hay ahí. Está dentro de un baúl de plomo, para que la humedad no dañe los billetes. Dentro encontrarás una...

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