Comedia política / Mueran las tradiciones

El pasado 2 de febrero, cuando celebramos la tradición del Día de la Candelaria, le pregunté a mi tía Clarita:

-Tía, ¿y ustedes cuántos se chingó?

-Pues contando a tu tío, como unos 16.

-¡Tamales, tía, tamales!

-Ah, nada más dos, mijo.

¿Por qué tragamos tamales el 2 de febrero? Supuestamente el origen de la tradición es religioso, pero, sinceramente, no existe una sola mención en La Biblia sobre que ese día sea obligatorio tragarse uno de rajas, uno verde y rematar con uno de zarzamora con queso filadelfia. De hecho, dudo mucho que Jesús y los 12 apóstoles hayan llevado tamales para escuchar el sermón del huerto. No obstante, en México la tradición es que ese día quienes venden tamales se hacen millonarios, porque la gente los compra por docenas para compartirlos en la oficina o en la casa, con familiares y amigos. No exagero si digo que, en este momento, en el refrigerador tengo por lo menos ocho tamales tanto chiapanecos como oaxaqueños, chilangos y dizque gourmet. Yo no los pedí, yo no los compré, de hecho ni siquiera pienso comérmelos. Pero no los puedo tirar. Supongo que si los congelo, podré sobrevivir a un holocausto zombie fácilmente.

La tradición de los tamales es una que nomás no entiendo. Lo mismo me pasa con la tradición que tenemos tan arraigada los mexicanos de de dejarnos ver la cara cada seis años. Da la impresión de que el principal problema de salud de los mexicanos no es la obesidad -¿otro tamalito?- sino el Alzheimer, porque siempre se nos olvida quienes nos transaron con nuestro voto. Nos quejamos, mentamos madres, incendiamos Twitter y Facebook, vienen las elecciones, vamos a las urnas, votamos por los mismos (sin saber ni siquiera quiénes son) y, ¡tómala!, nos vuelven a ver la cara, nos sentimos engañados, nos quejamos, mentamos madres, incendiamos Twitter y Facebook, vienen las elecciones... y así hasta el fin de los tiempos.

ENCONTRARLE EL MODO

Bien dicen que a la madera se le encuentra el hilo y a los pendejos el modo. Lo comento porque el huracán Donald Trump parece estarse ahogando en su...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR