Comedia política / Milagro a la mexicana

Un manco, un cojo y cuadrapléjico fueron a la Basílica a pedir el milagro de que los curaran. Cuando por fin llegaron ante una gran pila de agua bendita, el manco metió el muñón durante algunos minutos y al sacarlo, ¡milagro, milagro!, otra vez tenía mano.

Sus amigos, sorprendidos y emocionados, decidieron seguir su ejemplo. Como pudo, el cojo logró treparse al borde de la pileta y sumergir medio cuerpo. Del agua comenzaron a salir burbujas como si aquello estuviera hirviendo, el hombre se estremeció, cerró los ojos como si fuera a desmayarse y, ¡milagro, milagro!, se levantó, salió de la pileta y comenzó a caminar con ¡dos piernas!

Entonces el cuadrapléjico le dijo a sus compañeros: "Ayúdenme a entrar completo al agua, para que pueda recuperar la movilidad de mis piernas, mis brazos y todo mi cuerpo".

Con mucho esfuerzo y convencidos de los poderes curativos del agua bendita, lo cargaron y trataron de acomodarlo dentro de la pileta con todo y silla de ruedas, para que no se ahogara esperando el milagro. Pasaron los minutos y el cuadrapléjico no sentía cambio alguno. Finalmente se desesperó y le pidió a sus amigos que lo sacaran de ahí, pues se estaba congelando.

--No lo entiendo: a ustedes los curaron por completo y conmigo el agua no funcionó. No sirvió de nada.

--¿Cómo que no ha servido de nada? --le dijo el ex cojo-- ¡Claro que sí! Mira nomás tu silla de ruedas: ahora trae rines de aluminio, asiento deportivo, empuñaduras de piel y hasta motorcito!

¡Milagro, milagro! Finalmente se le hizo el milagro a Andrés Manuel López Obrador de ganar la Presidencia. En su discurso de la victoria el domingo por la noche, el cabecita de algodón se notaba un poco incrédulo de su triunfo. Estaba como esos perros que siempre le ladran con ferocidad a los coches y el día que el automóvil se detiene, nomás no saben qué hacer.

Sigo creyendo que el tabasqueño era la peor opción de las cuatro malas opciones que teníamos para elegir Presidente. Pero ya ganó, lo hizo limpiamente y además con un apoyo jamás visto por parte de la gente. Ganó con el 53 por ciento de la votación, una cifra que no la tiene ni Obama. Quienes no votamos por él tenemos dos opciones: aplicar la muy mexicana costumbre de lamentarnos por años, como con aquello de "no era penal"; o simplemente entender que así es la democracia, que gana el que más votos obtiene y que no es el fin del mundo... espero.

Ya no sé qué puede ser peor: que Andrés Manuel llegue a la Presidencia, se vuelva loco de...

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