Comedia política / Si tuvieran madre...

Nuestros políticos no tienen madre. Hace tiempo llegué a esa conclusión: no tienen, ni tuvieron, ni tendrán. Y que no tengan madre, no lo digo como un insulto. Hoy ya no tengo, pero sí tuve (y mucha madre, diría ella misma que siempre me leía). ¿Cuál es la diferencia entre tener y no tener madre? La manera en que te comportas. Quisiera ver que cualquier madre mexicana, por ejemplo, permitiera que Virgilio Andrade saliera con que no encontró nada malo en la compra de la casa blanca de La Gaviota al contratista favorito de Enrique Peña Nieto, su amigazo Juan Armando Hinojosa, de Grupo Higa. ¿Te imaginas el diálogo?

-A ver, Virgilito, ¿cómo que no encontraste nada malo?

-No, mamá, ya lo busqué por todos lados.

-¡No me hagas buscarlo, Virgilio Alejandro!

-De verdad, mami, nada malo. Ya busqué.

-¿Y si yo lo encuentro qué te hago?

-No, ni, mami, por favor. ¡En serio! Ya busqué y no sólo no encontré delitos, sino que ni siquiera hay un pequeño conflicto de interés.

-Virgilio, si fuera animal ya te habría picado. Pero haz como que no encuentras nada. Pero nada más deja que llegue tu padre y se entere.

¿Ya empiezas a creerme que nuestros políticos no tienen, ni tuvieron, ni tendrán madre?

Veamos el caso de López Obrador.

-Oye, mijo, ¿y la Presidencia?

-Me la robaron, mamá.

-¿Cómo que te la robaron?

-¡En serio, mamá! Me la robaron.

-¿Oootra vez?

-Ay, mamá, ¿por qué no me crees?

-Pues porque debes ser el único niño en el mundo al que le roban ¡dos veces! la Presidencia de la República, mijito.

-Es que me la robó... ¡la mafia!

-Ay, no me digas. ¿En serio?

-Te lo juro, viejita.

-¿Que me muera?

-No, bueno, no es para tanto.

-Si te la robaron, sí es para tanto. Y si no me estás mintiendo, entonces puedes jurar que es verdad y que si fuera mentira, que yo caiga aquí muerta.

-No, mamá, que no te mueras.

-Entonces no andes diciendo mentiras. Para la otra, te lavo la boca con jabón Zote.

-Pero, mamita, los de Morena no mentimos, no robamos, ni traicionamos al pueblo.

-Ay, sí, y yo nací ayer, ¿no?

-Frijol con gorgojo.

-¿Qué dijiste, escuincle?

-Nada, no dije nada.

-A ver si a la chancla también le contestas.

-No, mamita, lo de la chancla. Mamá, soy Pejito, ya no haré travesuras.

Caray... las cosas serían tan distintas si AMLO tuviera tantita noción de lo que es una madre. ¿Quieres otro ejemplo? Piensa en...

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