Comedia política / ¡Gol de Obama!

Le dice el niño a su progenitora:

-Mamá, quiero que me compres la playera del jugador estrella de América.

-¿Y esa cuál es mi'jito?

-La del árbitro.

Y en España, dos baturros platicaban:

-Oye, Venancio, ¿sabes en qué se parece el salón de trofeos del Real Madrid a un tianguis?

-No, Manolo, ¿en qué?

-En que lo que no es robado... ¡es pirata!

Antes de que me reclamen por hablar de futbol y no política, déjenme decirles algo: la política más corrupta de este mundo es la política del futbol. Los dirigentes del Partido Verde son boy scouts al lado de los dirigentes del futbol tanto mexicano como internacional. Y con un agravante: la FIFA se siente superior a los propios gobiernos de los países afiliados. Tan es así que, según sus estatutos, todos sus conflictos se tienen que resolver al interior de las federaciones y nadie -ni los dueños, ni los futbolistas, ni los aficionados- pueden acudir ante los tribunales. Si lo hacen, la FIFA amenaza con desafiliar al país en cuestión, lo que significa prohibirle participar en competencias internacionales (como el Mundial o la Copa América o la Libertadores) y tampoco reconocerle validez alguna a la liga local. ¿Eso qué significa? Que ningún gobierno -¡cobardes!- se atreve a tocar el futbol, pues saben que se estarían echando encima a toda la población, pues resulta que para la mayoría de las naciones es más importante el futbol que su propia Constitución.

Esa es la realidad a nivel mundial. O, mejor dicho, esa era la realidad hasta ayer en el que el gobierno de Barack Obama decidió bajarle los humos a estos mamertos y arrestó a seis jefazos de FIFA, acusándolos de corrupción, fraude y hasta lavado de dinero. ¿Por qué? Por lo que todo el mundo sabe pero nadie decía nada: porque es evidente que al interior de la FIFA el idioma que se habla es el del dinero y que, por medio de cañonazos de millones de dólares, se asignaron sedes para mundiales, torneos y, seguramente, hasta campeones en algunas regiones. Y no fue cosa de capricho pues, hasta donde se sabe, la investigación del Departamento de Justicia, como acostumbra, duró años hasta que finalmente ayer, ¡zambombazo!, pusieron tras las rejas a los fifos.

Ojalá que en México alguien siga el ejemplo de los gringos y meta a la cárcel a los directivos nacionales. A Justino Compeán por no cumplir que la selección pasaría al quinto partido en un Mundial... y por peinarse como Chavela Vargas. A Decio de Maria, por sentirse...

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