Comedia política / La farsa del médico en casa

Esta columna, siempre preocupada por sus innumerables lectores, te pide que la próxima vez que te bañes, por favor sécate muy, pero muy bien la zona abdominal, especialmente la que rodea al ombligo. Y es que acabo de leer que el mosquito que propaga el dengue, el chikunguya y el zika, hace su nido en la humedad... ¡de llantas viejas!

Uno de los principales males de México es que estamos acostumbrados a echarle la culpa de todo -de tooodo- al gobierno. Y, por lo mismo, queremos que el gobierno siempre sea quien nos resuelve los problemas. ¿Esta actitud a qué nos ha llevado? A ser una sociedad dejada, sumisa y dependiente.

Por ejemplo, cuando en Japón hay una gran tromba, una inundación o cualquier tipo de desastre, en cuanto pasa la emergencia la gente sale a la calle a hacer lo que les corresponde. Por ejemplo: lo primero que hacen es barrer y limpiar el pedacito de calle que está frente a su casa. ¿Es su obligación? No, esa tramo le corresponde al gobierno local. ¿Les pagan por hacerlo? Tampoco, simplemente lo hacen porque es su obligación. ¿Hay algún castigo por no hacerlo? ¡Mucho menos! En dado caso, a nadie le gusta quedar mal con sus vecinos y ser el irresponsable que no hizo la tarea. En cambio en México -lo digo porque lo he visto en más de un desastre-, la mayoría de la gente simplemente se sienta frente a su casa a esperar a que llegue la ayuda gubernamental.

Eso mismo está pasando, por ejemplo, con el famoso programa "Médico en casa", del gobierno capitalino. Miguel Macera ha presumido por todos lados que este programa de su administración es la envidia del mundo entero y que, inclusive, ya hasta se lo copiaron en otros países.

La realidad, sin embargo, es que "Médico en casa" es un programa que va en sentido contrario a todas las políticas de salud modernas y de vanguardia.

¿Por qué? Porque "Médico en casa" premia a todos aquellos que, por una u otra razón, no tuvieron la inteligencia, la conciencia o, de menos, la conveniencia para atenderse a tiempo cualquier mal.

Simple y sencillamente, se dejaron llevar por la diabetes, la hipertensión, la gordura y la depresión, de tal forma que hoy no ven la manera de bajar de peso, hacerse cargo de...

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