La comedia política / Es tu año

A Arturo Montiel, a René Bejarano, a Emilio Gamboa, por supuesto a Manlio Fabio Beltrones, a Carlos Ahumada, a Martita Sahagún, no hay que olvidar a Elba Esther Gordillo, ni tampoco a Ricardo Monreal, a todos los líderes sindicales empezando por el petrolero Carlos Romero Deschamps y el ferrocarrilero Víctor Flores, al veracruzano Fidel Herrera, al poblano Mario Marín, al perredista Martí Batres y en general a todos aquellos que viven del presupuesto, a todos ellos ¡muchas, pero muchas felicidades! De acuerdo con el horóscopo chino, el jueves inicia ¡El Año de la Rata!

Decisión difícil

En esta vida hay decisiones difíciles: ¿chilaquiles o barbacoa para la cruda?, ¿la rubia despampanante, la morena de fuego o la gordita que no es travesti?, ¿me apuro para llegar a la junta de los martes o me quedo viendo "Dr. House"?, ¿sigo leyendo esta columna o mejor me pongo a hacer algo productivo? No es fácil elegir, y menos cuando ahora llegas a la tienda a comprar un litro de leche: hay deslactosada, light, para viejitos de 40 años -sin agraviar a los presentes-, "fortificada" para niños, leche para los que no les gusta la leche, leche de soya y de sabores. Quizá eso explique lo difícil que ha sido para los diputados federales escoger a los nuevos consejeros del IFE. Lo peor es que la cosa se complica porque en este proceso interviene el perredista Javier "El Güero" González Garza que parece suegra árabe: nada le parece. A todo le pone peros, de todo se queja, nada le gusta, todo le parece muy caro y, al final, todo se lo come. Ante este difícil panorama legislativo, quizá sea el momento de que los legisladores de San Lázaro recurran métodos verdaderamente científicos para seleccionar a los nuevos consejeros. Por ejemplo, siguiendo la tradición griega, podría recurrirse a una buena madriza a puño limpio, todos contra todos. Me encantaría ver a Genaro Góngora saltando desde la tercera cuerda sobre Jorge Alcocer. O a María de los Ángeles Fromow aplicándole la urracarrana a Mauricio Merino. Otra opción sería un concurso de canto al estilo Latin American Idol, aunque Jaime Cárdenas lleva las de ganar porque nomás ve micrófono y no lo suelta. Y, claro, siempre queda la opción del democrático volado...

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