La comedia política / Cachetear al cocodrilo

AutorDan T.

Un día se llevó a cabo el concurso para encontrar a "El Hombre Más Valiente del Mundo". Los aspirantes tenían que pasar tres duras y terribles pruebas: 1) tomarse de un jalón una botella de tequila pirata comprada en Tepito; 2) cachetear a Elba Esther Gordillo; y 3) hacerle el amor a una pantera hambrienta. Lo intentó el gringo y a la mitad de la botella de tequila, vomitó como si tuviera ébola. El alemán no se atrevió a acercarse a la lideresa magisterial. El francés no se atrevió ni a acariciar a la pantera. Nadie lograba superar el reto... hasta que llegó el mexicano. De un golpe, el mexicano se bebió la botella de tequila adulterado y, al acabársela, ¡pidió otra!. La segunda se la echó con Felipe Calderón que se encontraba en el lugar como invitado especial. Una vez concluida la segunda botella, el mexicano pidió una tercera y se encaminó hacia el cuarto donde estaba Elba Esther Gordillo. El sujeto le dio un trago a la bebida y entró determinado al tenebroso lugar. Se escucharon golpes, gritos, aullidos, trancazos, se escuchó cómo se rompían los vidrios y se desmadraban los floreros y la vajilla. Finalmente, después de varios minutos, apareció el mexicano. Llevaba la camisa desgarrada, el ojo morado y le faltaban tres dientes. Pese a eso, sonrío ante el público expectante y con voz de triunfo preguntó desafiante: "¿Dónde está la pantera que me tengo que cachetear?". Así estamos hoy los mexicanos: a punto de concluir la última prueba como electores. Es decir, ir a las urnas. Quedan sólo unos días de campaña, por suerte. Han sido tres meses en los que vimos a cuatro candidatos presidenciales atacarse mediocremente, proponer a medias y debatir sin pasión. Ni siquiera para lanzarse lodo lo hicieron en enjundia, con ganas. Se manchaban unos a otros los mismos chismes de siempre, los que ya conocemos, los que no nos dicen nada de quiénes son y, mucho menos, de qué tan buenos o malos gobernantes serán. Fueron tres meses de verlos gastarse el dinero (nuestro dinero) a manos llenas, como si fuera suyo, como si se los hubiera heredado una tía rica o le hubieran pegado al Melate. Pero fue un gasto absurdo, generador de basura, para enriquecer a...

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