La comedia política / ¿Apostamos, gobernador?

Dios me libre de irle al Cruz Azul. Ni alguien como René Bejarano merece un castigo tan vergonzoso. Sin embargo, me encanta ver a la folclórica Xóchitl Gálvez apostando con los gobernadores al futbol. Con eso de que la ex comisionada para los pueblos indígenas es más fan de los bultos de cemento que el propio Billy Álvarez, ya le sacó 10 computadoras al gobernador de Quintana Roo, Félix González Canto, pues los burros flacos del Atlante fueron arrollados por la Máquina Celeste (¡qué nombrecito tan mamila!).

Me encanta el asunto porque Xóchitl se aprovecha de las ansias de nuestros políticos por aparecer en los medios, sea por el motivo que sea. Y como es un asunto deportivo, pues encantados de la vida lo hacen... aunque terminen endrogados con la hidalguense que tiene la lengua más filosa que la tijera con la que se están haciendo recortes en las empresas. Y como ahora la final va a ser entre el Cruz Azul y el Toluca, pues lo lógico es que Enrique Peña se plante como hombrecito (no me refiero a la estatura, no sean intrigosos) y acepte la apuesta de Xóchitl Gálvez.

Insisto, jamás le iría al Cruz Azul, mi sangre Puma herviría, pero con tal de ver a Peña pasar aceite, yo también le propongo una apuesta. Si pierde el Toluca, el gobernador del copete envaselinado tendrá que dejar de aparecer en la televisión ¡todo un mes! Ah, y tampoco puede dejarse retratar en las revistas de espectáculos al lado de la Gaviota. Si los Diablos caen ante los bultos azules, Peña se va de monje a un convento, sin poder dar una sola entrevista durante 30 días. ¿Suena bien, no? Ahora que si el Toluca es el que gana, pues usted dirá, gobernador.

OTRO AVIONAZO

Escuché en las noticias que se cayó otro avión del gobierno mexicano. Y otra vez fue un LearJet, pero esta vez fue un modelo 23. Dicen que al enterarse de esto, los ejecutivos de la compañía que fabrica esas aeronaves exclamaron: "¡¡¡¿¿¿Apenas???!!!".

Según dicen, el avioncito debe haber sido el último de su tipo volando en el mundo, pues se dejaron de fabricar ¡en 1966! Es decir, que el armatoste (que ya no aeronave) tenía, cuando menos, 42 años de existencia. Yo con menos horas de vuelo, a veces me dan ganas de aventar la toalla... imagínense el pobre avioncito.

Nomás para darse una idea del asunto, el LearJet en el que...

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