Comedia política / Se acabó el Mundial

Luego de la eliminación de la Selección Nacional en el Mundial, un señor regresó a México y se encontró con un amigo:

-Vengo llegando de Brasil.

-¡Hombre! ¡Qué bien! ¿Y qué tal estuvo?

-Meh... más o menos. En Brasil no hay más que prostitutas y futbolistas.

-¡Óyeme, imbécil! ¿Pero qué diablos te pasa? ¿Que no sabes que mi mamá es brasileña?

-¿En serio? ¿Y en qué equipo juega?

Eso se llama rapidez mental. Obviamente en Brasil no sólo hay prostitutas y futbolistas, ¡por supuesto que no! Hay muchísimas cosas más: desde la cultura, hasta los atractivos turísticos, las reservas naturales y sus grandes ciudades. Por supuesto ya no tenemos que saber nada de eso. Durante poco más de dos semanas hemos estado soplándonos por todos los medios, cuanta pendejada ocurre, se ha hecho, se dice, se fabrica y se presume en Brasil. Vaya, hasta reportajes sobre las favelas nos presentan en la televisión. ¿A alguien en Brasil le interesará ver un reportaje sobre Chalco? ¿O qué tal Ixtapaluca? Ya no tenemos que volver a ver a un baboso en la tele tratando de aprender a bailar samba, ni tampoco a una mujer con menos cerebro que ropa pegando de gritos en medio de la selva amazónica porque se le acercó un mosquito. Todo eso lo hemos superado porque con la eliminación de México, se nos acabó el mundial.

El sueño en el que nos hicieron creer "El Piojo" Herrera y Memo Ochoa y el capitán Rafa Márquez y el hermoso Peralta y el peinadito Guardado, se terminó convirtiendo en la pesadilla de siempre. Fue bonito mientras duró (lo mismo me dijo el otro día mi señora, pero ya no sé a qué se refería).

Ahora nos toca volver a lo nuestro: los atracos de los diputados, los jaloneos por las leyes de telecomunicaciones, los azotes de los lopezobradoristas por el petróleo, las contradicciones de Miguel Mancera, los osos de Enrique Peña y este clima que está más raro que el arbitraje del Mundial.

Qué bueno que se nos acabó el Mundial porque, al menos yo, ya comenzaba a presentar algunos trastornos de la personalidad más o menos...

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