La comedia política / Migajas

AutorDan T.

Los panistas en el Senado deberían trabajar en un table dance: enseñan todo. El pleito que se traen los senadores del PAN sería de risa si no fuera porque deja ver triste realidad de la política nacional, pues lo único que les interesa es la lana. No se trata, como dicen, de una disputa sobre el rumbo y los valores del panismo; mucho menos es una pelea por la dignidad del Congreso ante el Poder Ejecutivo; y mucho menos es un debate sobre lo que más le conviene a México. Se trata simple y sencillamente de una bronca por dinero. Por un lado están Ernesto Cordero y su grupo de 23 de senadores. Del otro lado están el presidente del PAN, Gustavo Madero, y todos aquellos panistas que no forman parte de la pandilla de Felipe Calderón. Cordero y los suyos llegaron al Senado como premio por haber sido parte del desastroso gobierno calderonista. De esa forma les garantizaron no sólo un millonario ingreso sino también seis años de fuero... por si las moscas. No fuera a ser que el nuevo gobierno quisiera meterlos al bote por alguna de sus muchas transas. Ya con Calderón fuera de Los Pinos, Madero comenzó por fin a tomar fuerza como el líder del PAN, al firmar con el PRD y con Enrique Peña el Pacto por México que está empujando las diversas reformas que requiere el País. Esto hizo que se enchilaran los calderonistas y comenzara el golpeteo contra Madero que, pa' pronto, decidió remover a Cordero como coordinador del PAN en el Senado. Ahí estalló la guerra. Desde entonces, no hay nadie en que no tiren tierra, se peguen una patada bajo la mesa o, de plano, se ataquen en público evidenciando que lo que más les importa es el manejo de 210 millones de pesos que tiene a sus disposición (¡cada año!) el grupo de senadores panistas. A este paso lo único que van a lograr es que del PAN sólo queden migajas. Todo esto es reflejo del pleito que ya existía entre Madero y Felipe Calderón. De hecho, según se sabe, cuando Felipillo era Presidente, no se cansaba de humillar, maltratar y hasta insultar a su "dirigente", al que, de plano, no lo bajaba de baboso. Quizá por eso dicen que todas la mañanas Gustavo Madero...

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