La comedia política / Legislar al chilazo

AutorDan T.

A las carreras, al vapor, al aventón, al chilazo... en México tenemos muchas formas de llamarle a las cosas que se hacen con prisa y sin cuidado.

Y eso es lo que justamente van a hacer esta semana diputados y senadores: van a legislar al chilazo. Y lo peor es que no discuten alguna de las muchas tonterías que normalmente se les ocurren y por las cuales les pagamos unos sueldos altísimos, como si fueran neurocirujanos graduados de Harvard.

Lo primero que van a discutir los senadores es el paquete de leyes de telecomunicaciones. ¡Despierta! Ya sé que el tema aburre, pero, ¿a poco no estás harto que tu celular te salga carísimo cada mes? ¿No te gustaría que el internet fuera más accesible y más barato? ¿No quisieras mejor calidad en los programas de televisión, en lugar de que nos pasen videos de gatitos? Bueno, pues eso y más es lo que deberán aprobar.

Uno de los principales riesgos para nosotros como ciudadanos es que, como esta ley afecta a las televisoras y a las telefónicas, las presiones están a todo lo que dan para que, en lugar de ir hacia adelante, demos saltos para atrás como en El Baile del Sapo.

De hecho, lo que más me preocupa del asunto es que quien lleva la discusión es un panista más chueco que el andar de un borracho. Se llama Javier Lozano y quiere ser gobernador de Puebla.

Este sujeto se caracteriza porque tiene la decencia muy corta y la lengua muy larga. Lo mismo trabajó con gobiernos del PRI que con gobiernos del PAN y, en general, es una de esas personas a las que no les confiarías ni una culebra.

Entonces, el senador Lozano tiene prisa por ser candidato, los priistas tienen prisa por bailar al son que les toca Enrique Peña y, aunque ni tú ni yo tengamos prisa, seguramente saldremos jodidos, con toda calma.

¿Por qué no hacer bien las cosas? En lugar de legislar al chilazo, podrían al menos aparentar que lo hacen con seriedad, con detenimiento, con estudio, ¡carajo! Tantas prisas y no vamos a llegar a ninguna parte.

A propósito de prisas, una mujer conoció en...

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