La comedia política / Hija de su... Papi

AutorDan T.

Le dice una niña fresa a otra:

-¿Por qué llegaste tarde a clase, nena?

-¡Ash! No sabes qué oso. Cuando veníamos para acá a mi papá le pegaron en el coche.

-¡Ay, no! ¡Pobre! Ya me imagino el reguero de tamales.

Hoy todo el mundo habla de "Lady Profeco", que es como los que son más mulas que yo (sí, sí los hay) bautizaron a Andrea Benítez, la hija del titular de la Profeco, Humberto Benítez Treviño.

La niña (bueno, ni tan niña, tiene como 25 años, así que ya es cancha reglamentaria), bueno, les decía que la niña fue el fin de semana a comer a Maximo Bistrot (apa' nombrecito tan mamón). El lugar está en la Colonia Roma y yo me imagino que debe estar muy bueno porque ese día estaba lleno.

Y tan lleno estaba el lugar que la muchacha Benítez se desesperó porque no le daban pronto su mesa. Y la tonta en lugar de comerse un Snicker para no ponerse como nena, se convirtió en una pantera y dejó salir ese pequeño priista que todos llevamos dentro y se puso a gritar que no sabían con quién se estaban metiendo, que ella era influyente, que su papito era el procurador (no aclaró que del consumidor y no de justicia, pero bueno, de lo que se trataba era de dar charolazo) y que les iba a clausurar el changarro por nacos, mugrosos y feos.

Pa' pronto la señorita Benítez se fue del lugar directo a la oficina de su papi el procurador (del consumidor) y llegando le gritó a los empleados: "¡Guardias!". Así igualito que en el comercial de las galletas Emperador y les dijo a los funcionarios que clausuraran el lugar.

¿Alguna vez viste la película "Angelitos Negros"? ¿Te acuerdas que la mamá es una señora joven, muy guapa, pero muy desgraciada que maltrata a su hija por ser negrita lo mismo que a la nana por ser negrota, sin saber que, en realidad, esa nana era su madre? Bueno, pues haz de cuenta que igualito se portó la nena Benítez nomás que al que se le apareció la negra fue a su papito.

Hoy el procurador del consumidor, Humberto Benítez Treviño, está a punto de perder la chamba.

Eso de clausurar un restaurante sólo porque su hijita lo pidió, ya no puede ocurrir en México. Eso pasaba en otros...

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