Combaten el dolor en la última batalla
| Autor | Jessica Pilar Pérez |
Hace 30 años, Cirila Robles presentó los primeros síntomas de cáncer en su piel. Ya es tarde para curar la enfermedad, pero todavía hay mucho por hacer: que sus últimos días los viva sin dolor, acompañada de su familia, recibiendo atención de calidad, pero también dosis de amor.
Los fertilizantes y los insecticidas que utilizaba cuando trabajaba en el campo fueron la causa de su enfermedad. Este tipo de cáncer es el más lento de todos y que se manifiesta con manchas y granos en todo el cuerpo, la diferencia ahora es que las células cancerosas han contaminado su sangre, infectando otras partes del cuerpo.
En todos estos años la única molestia física que había tenido era en las piernas y recientemente se ha extendido hasta la cabeza, pero dentro de poco comenzará a sufrir intensos dolores en todo su cuerpo, serán necesarios medicamentos y atención especializada que la familia de Cirilia, quien ahora tiene 89 años de edad, no puede pagar.
Cirila vive con su hija Guadalupe, de 63 años, en una pequeña casa en el barrio de San Andrés, en Guadalajara, y es su única descendiente, de los 11 hijos que dio a luz, que la acompaña en la etapa final de su enfermedad y que trabaja vendiendo cartón para mantenerse.
Hace dos años y medio surgió en Guadalajara la asociación Alivio y Compañía al Enfermo Terminal, Alcoet, para ayudar a pacientes como Cirila y su familia que necesitan apoyo, no sólo de medicamentos, sino también espiritual, sicológico, con orientación y consejos para que la carga se aligere y puedan hacer frente a esa situación de dolor, desgaste y angustia.
La idea es que Cirilia no pase sus últimos días encerrada en un hospital, porque el trato que podría recibir no es el mismo que tiene ahora en casa y por eso una de las actividades principales de la asociación es promover la atención médica domiciliaria, para que los médicos salgan de sus consultorios y lleven a los hogares todo lo necesario para atenderlos.
María Petersen, presidenta y fundadora de esta asociación, expresó que se encargan de conseguir todo lo necesario como despensa, oxígeno, sillas de ruedas, medicamento restringido, pañales y cuando es necesario, el certificado de defunción, y contactan a los familiares con el Instituto Jalisciense de Asistencia Social para contar con los servicios de velación, cremación o entierro.
Los integrantes de esta asociación están convencidos de que el paciente no tiene que morir con dolor, así fue como se sumaron a la labor realizada por el...
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