Coloca al Tec en el plano nacional
| Autor | Palmira González |
Su padre muere ejecutado, el mundo empresarial vive olas de secuestros, el sistema político está en plena Guerra Fría. Eugenio Garza Lagüera queda con dos empresas y una universidad de 7 mil alumnos como legado.
"Don Eugenio Garza Sada le dejó un paquete muy grande, y el problema no es lo que te dejan sino darle continuidad", asegura Rafael Rangel Sostmann, Rector del Tecnológico de Monterrey.
"El papá dejó una imagen ante la comunidad muy fuerte, y llegar como hijo y volver a contribuir, a crecer el imperio corporativo y el Tec... es lo que yo más le respeto".
En sus 24 años como presidente del consejo del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), Garza Lagüera desarrolló con una imagen y proyección propias -pero alejada de los reflectores- la visión educativa emprendida por su padre.
Al final, el legado de Garza Lagüera en el Tec estuvo en la profesionalización de sus profesores, la expansión del Sistema Tec en el País y la apertura de la educación superior a distintas corrientes ideológicas.
Profesionalización
Don Eugenio toma el consejo del Tec en 1974 y su primera mancuerna es con el ex Rector Fernando García Roel.
"En ese tiempo la escuela era muy bien vista, pero eran otros tiempos y se tenía otro perfil de profesores", recuerda Rangel Sostmann.
En esa época se promovía que los profesores fueran recién graduados, por ejemplo; había quien daba clases sin tener el grado de licenciatura, el porcentaje de la planta con maestría no era muy grande y quienes tenían el grado de doctor era raro.
Pero al mismo tiempo empezaba a fomentarse la didáctica, el aprendizaje personalizado y, en general, una definición de procesos para aumentar la eficiencia y la calidad de la enseñanza.
Bajo la dirección de Garza Lagüera, el Tec fue transformando su planta de profesores y sus estándares educativos.
"Se empiezan a diseñar procesos para que el profesor transmitiera sus conocimientos y las computadoras empezaron a ser parte del proceso de enseñanza", relata el actual rector.
Se buscaba evaluar el liderazgo de los profesores y hacia los 80, cuando entra Rangel Sostmann como Rector, el objetivo era acreditar los cursos a nivel nacional y en el extranjero.
"El problema de capacitar a los maestros era un problema económico, era una decisión muy difícil porque cuesta diferente".
Pero para Garza Lagüera era prioridad.
Crecimiento
A la llegada de Garza Lagüera, el instituto tenía 31 años de fundado, pero un sólo campus en Monterrey.
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