Colaborador Invitado / El respeto a la ley y la confianza van juntos

AutorColaborador Invitado

Francisco Gil Díaz

Según el Dr. Guillermo Ortiz Martínez (Financial Times, 5/III/12), las dificultades financieras de los países desarrollados obligan a sus bancos a retirar montos excesivos de dividendos de sus filiales. Sostiene que deben toparse los dividendos que bancos de propiedad extranjera remiten al extranjero o exigir que listen localmente sus acciones porque una menor reinversión de utilidades limita el crecimiento del crédito en los países emergentes.

Aspectos jurídicos inconvenientes de la propuesta fueron observados por el Presidente de la Comisión Nacional Bancaria, pero toda vez que se tendrían serias repercusiones sobre el sistema financiero global de aceptarse las sugerencias del Doctor, considero imperativo hacer las observaciones siguientes.

Es erróneo. Confunde conceptos al concentrarse en un número y en una proporción: dividendos al extranjero y la proporción que guardan con las utilidades. En el lapso considerado, los bancos mexicanos remitieron al exterior dividendos por 19.8 millardos de dólares. Los que de acuerdo con el Doctor, de haberse reinvertido, hubieran crecido el capital y el crédito. Más capital sí, ¿más crédito por qué? ¿Para que haya más crédito sólo hace falta que los bancos tengan más capital? La demanda no parece importar. Se trata de un viejo enfoque populista que ya provocó pérdidas gigantescas de la banca de desarrollo y de la banca privada impulsada a prestar a la vivienda a través de estímulos imprudentes del gobierno. Un enfoque con el que sé que el Dr. Ortiz no comulga. Otro problema es que no ahonda sobre el origen de los dividendos que para algunos bancos proviene de utilidades retenidas y no de un flujo corriente. Tampoco considera que hay bancos con emisiones que se consideran capital. Bancomer, el que de acuerdo con los conceptos del Doctor tuvo un coeficiente de pago del 70 por ciento, desciende a 20 por ciento al considerar su emisión de notas de capital.

Es miope. Sobrerreglamentar, como sugiere, ha sido parcialmente responsable de la reducción de los flujos financieros internacionales: tal es el caso de coeficientes de apalancamiento, de las restricciones a las instituciones sistémicas y de los coeficientes de liquidez. Ignora entonces la reversión de la integración financiera que provoca que los flujos financieros se vuelvan más nacionales que transfronterizos.

Es populista. Compara dividendos pagados al extranjero con la erogación por los bancos. Parece insinuar que hubo un engaño...

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