Colaborador Invitado / Rafael Valdivia: Planeación: caos y discrecionalidad

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¿Quién podría cuestionar que instrumentos normativos del desarrollo urbano contradictorios y desarticulados producen efectos perversos y aumentan la brecha de desigualdad en la población?

Bueno, esto es lo que actualmente sucede en la Ciudad de México. Existe un universo disperso, incongruente y confuso de normas de ordenación urbana y ambiental, cuya complejidad ha favorecido en los últimos años a la discrecionalidad y, en muchos casos, la corrupción.

La historia y evolución de dichos instrumentos data de 1976, con la promulgación de la primera Ley de Desarrollo Urbano del Distrito Federal y desde ese momento a la fecha se han aprobado, actualizado y derogado una gran cantidad de instrumentos de planeación urbana que se vuelve prácticamente imposible numerarlos.

Hoy día existen con vigencia jurídica, un Programa General de Desarrollo Urbano (PGDU) que data del año 2003, 16 Programas Delegacionales de Desarrollo Urbano (hoy alcaldías) cuyo periodo de elaboración y aprobación, abarca de 1997 a 2011. Así también se encuentran aprobados y en operación 46 Programas Parciales de Desarrollo Urbano dentro de 11 Alcaldías: 4 en la Álvaro Obregón; 3 en la Benito Juárez; 5 en Coyoacán; 12 en Cuajimalpa de Morelos; 5 en la Cuauhtémoc; 1 en la Gustavo A. Madero; 3 en Iztapalapa; 6 en la Miguel Hidalgo; 5 en Tlalpan; 1 en la Venustiano Carranza y 1 en Xochimilco.

También y, por si fuera poco, se le suman 29 Normas Generales de Ordenación que establecen particularidades en la intensidad, ocupación y formas de aprovechamiento del suelo y el espacio urbano, muchas de ellas complementarias a los Programas Parciales y otras con independencia de política territorial.

Con información pública disponible, se identifican también más de 142 Polígonos de Actuación dictaminados por Seduvi y que datan de enero de 2017 a octubre de 2018, y 7 Sistemas de Actuación por Cooperación llamados SAC: Granadas, Doctores, La Mexicana, Distrito San Pablo, Tacubaya, Alameda Reforma y Tarango. El total de hectáreas de intervención por estos últimos suman más de mil 500, superficie que, de alguna forma u otra, cambió el planteamiento de usos del suelo previsto por los...

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