Colaborador Invitado / Pamela San Martín: ¿'Distinguir es discriminar'?

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Las últimas semanas, distintas ciudades del país han sido escenario de movilizaciones encabezadas por el Frente Nacional por la Familia, en defensa de "la familia tradicional". En ejercicio de sus derechos, miles de mexicanos han salido a las calles a "reivindicar" una visión y versión única de la familia -aquélla conformada por un padre, una madre y uno o varios hijos e hijas-, oponiéndose a que las leyes permitan el matrimonio entre personas del mismo sexo.

Como muchos, miro este planteamiento con preocupación. No por la posibilidad de que cumplan su objetivo -a partir de la jurisprudencia 43/2015, el matrimonio igualitario ya es una realidad en México-, sino porque pretende que la existencia de un derecho dependa de quién lo va a ejercer.

Discursivamente, los que acompañan las marchas sostienen que su postura no es excluyente ni homofóbica. Que las parejas del mismo sexo pueden tener una "figura legal diferente", "similar pero no idéntica al matrimonio", para unirse ante la ley. Que esto no vulnera sus derechos. Parten de la premisa que "distinguir no es discriminar". Ésta no es la primera vez que la discriminación se disfraza bajo ese discurso. El mismo evoca momentos y eventos atroces de discriminación que creíamos superados; recordemos:

Luego que la Guerra civil pusiera un fin a la esclavitud en Estados Unidos, se reformó su Constitución para incluir dos enmiendas: la 13, que prohibió la esclavitud, y la 14 que establecía la igualdad ante la ley y garantizaba que antiguos esclavos no fueran ciudadanos de segunda. No obstante, gobiernos sureños buscaron eludir la obligación de otorgar derechos plenos a la población negra mediante la infame doctrina de "separados, pero iguales". Con ésta se dio vida legal, por cerca de cien años, a la segregación racial, que negaba derechos a partir de una condición de nacimiento: el color de piel.

"Separados, pero iguales" se encarnó en baños públicos para blancos y otros para negros, bebederos de agua donde podían saciar la sed sólo los primeros y restaurantes con letreros en la entrada que rezaban "Sólo...

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