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Colaborador Invitado / Diego de la Mora Maurer: El precio de la equidad

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Vincent
AutorColaborador Invitado

Diego de la Mora Maurer

Coordinador del área de Presupuestos y políticas de Fundar, Centro de Análisis e Investigación.

En México, el gobierno no sirve para hacer más equitativa a la sociedad. Vivimos en uno de los países más desiguales del mundo y además tenemos un régimen hacendario que promueve esa desigualdad porque no utiliza los recursos de manera progresiva: ni cobra más impuestos a quienes más ganan ni gasta para revertir dichas desigualdades.

Entre las cifras que dan cuenta de la distancia entre ricos y pobres está la distribución del ingreso: mientras el 1 por ciento más rico acumula 39.3 por ciento del ingreso, el 10 por ciento más pobre concentra apenas el 0.67 por ciento; una diferencia de 60 a 1. De acuerdo con cifras de la SHCP, mientras que en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) el índice de Gini desciende en promedio 0.12 puntos después de impuestos y transferencias, en México apenas se reduce 0.02 puntos; pasa de 0.47 a 0.45.

Lo anterior plantea dos grandes retos para el Estado mexicano: por un lado, generar un sistema de gasto que realmente se destine a mejorar las condiciones de vida de las personas y, por el otro, construir un sistema impositivo más justo y solidario, en el que paguen más quienes más tienen.

Necesaria pero no suficiente

La reforma hacendaria tiene una orientación progresiva. Más allá de la pertinencia de impuestos como los que se propusieron para vivienda o educación, que incluso parecen haber sido incorporados como moneda de cambio, la mayoría de las propuestas del Ejecutivo gravan más a quienes más ingresan. Es el caso de las modificaciones al régimen de consolidación fiscal, el impuesto a las ganancias por las utilidades obtenidas en la Bolsa de valores, la eliminación de una buena parte de los regímenes de deducciones o el impuesto por la extracción minera.

Sin embargo, la reforma se queda corta en otros cambios, como los del Impuesto Sobre la Renta (ISR). Comparado con otros países, México recauda muy poco por impuestos al ingreso y las ganancias del capital: mientras que en promedio los países de la OCDE recaudaron 11.2 por ciento del PIB en 2010 (últimos datos disponibles), México en ese mismo año...

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