Colaborador Invitado / Miguel Ángel Mancera: NAICM, democracia y urbe

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México -el gobierno federal- ha apostado por la más grande obra de infraestructura de América Latina: un nuevo aeropuerto en Texcoco, que será el más grande y mejor conectado del subcontinente. Si eso ocurre, si los planes se realizan conforme a los compromisos y los plazos previstos, en menos de un lustro, dejará de funcionar el actual aeropuerto y entonces la Ciudad de México tendrá que poseer un plan urbano y sobre todo, un consenso social genuino para comenzar de inmediato la transformación de 710 hectáreas situadas a 5 kilómetros del zócalo capitalino.

Es difícil prever un reto de mayor importancia y de mayores dimensiones. Por eso, desde el Gobierno de la Ciudad nos hemos dado a la tarea de comenzar la más amplia escucha y consulta pública, para que nuestra urbe esté bien preparada cuando llegue el momento del -posible- enorme cambio urbano.

Cuando arrancamos sabíamos que el tema era importantísimo, pero ahora, tenemos ya un puñado de principios e ideas claras que permiten a la Ciudad elaborar una postura más firme y más fundamentada.

Debo subrayar este punto: estamos embarcados en un ejercicio inédito de transparencia, porque estamos construyendo una propuesta de cambio urbano en público y con el público. El proceso de la Ciudad es de abajo hacia arriba y creo, este proceso está sentando un precedente para la forma en que se deciden las cosas en nuestras ciudades y también en el país.

El primer resultado de este proceso fue presentado el miércoles pasado y sus conclusiones fundamentales son las siguientes.

Primero, la Ciudad tiene el derecho de preferencia sobre el uso del terreno del actual aeropuerto, si bien a través de un régimen de facultades concurrentes; segundo, los predios que se encuentran en los terrenos de la Ciudad de México no pueden apalancar el esquema de financiamiento del nuevo aeropuerto. Ambos proyectos son lo suficientemente grandes y estratégicos, como para que el éxito de uno dependa del desfonde o la inhabilitación del otro. En cualquier caso, el gobierno federal cuenta con un amplio abanico de posibilidades -establecidas en la Ley General de Asentamientos Humanos- que le ofrecen alternativas para...

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