Colaborador Invitado / Liderazgo en crisis

AutorColaborador Invitado

Luis Carlos Ugalde

El sector empresarial mexicano carece de liderazgo, discurso y visión de país. Existen empresarios de gran talento y éxito global pero casi ninguno cuenta con el arrojo para jugar un rol social y político en beneficio del desarrollo de México. La gran mayoría cuida sus intereses, se acomoda para tener buenas relaciones con el gobierno y sale a la luz de manera reactiva cuando decisiones del gobierno afectan sus intereses económicos inmediatos.

Ni el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) ni el Consejo Mexicano de Hombres de Negocios (CMHN), los dos organismos cúpula del empresariado mexicano, han delineado una visión de país que ayude a romper la parálisis política y a detonar la iniciativa ciudadana. Asoman la cabeza para defenderse, por ejemplo, cuando las reglas fiscales los afectan o cuando perciben un riesgo inminente a sus intereses gremiales, como en 2006.

México necesita una clase empresarial de talla mundial, no solo que sepa competir para hacer buenos negocios e impulsar la innovación de las industrias, sino también para orientar la reflexión sobre la economía y la política, para exigir cuentas al gobierno y para respaldar la lucha de los organismos de la sociedad civil. Ciertamente hay cada vez más empresarios que donan dinero a causas filantrópicas o sociales, pero su magnitud es muy pequeña frente a los que hacen sus pares en otros países.

Es cómodo e incluso políticamente correcto atacar a la clase política de todos los males del país. Pero se olvida que con frecuencia los empresarios mexicanos callan frente al abuso del poder, frente a la corrupción y frente a la mala gestión del gobierno para evitar conflictos. En muchas entidades del país, los contratos de adquisiciones y de obra pública los decide el gobernador y los negocia a través de familiares o cómplices. En lugar de denunciar esas prácticas opacas y corruptas, muchos empresarios optan por acomodarse, por estrechar vínculos con el poder y evitar críticas que los saquen de la jugada. Ocurre lo mismo con los medios de comunicación, sobre todo la prensa, que también es copartícipe de este sistema de complicidad múltiple que oculta el abuso del poder y la corrupción.

Dos hechos reflejan la caída del liderazgo empresarial en los últimos años. Por un lado, la mayor parte de los empresarios más importantes ha rehuido convertirse además en líderes de cámaras empresariales. Cautela, falta de tiempo, pero sobre todo...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR