Colaborador Invitado / Javier Quijano Baz: Interés legítimo

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¿Qué tan legítimo puede ser el interés de una persona que dice tenerlo, para gestionar movida por un abogado que se le presenta a proponérselo, una resolución judicial de amparo que ordene suspender la ejecución de las obras del aeropuerto de Santa Lucía que son del interés de la sociedad?

¿Qué puede mover a un abogado a buscar indiscriminadamente a quien esté dispuesto a decir que tiene ese interés para ser patrocinado, gratuitamente desde luego, con semejante propósito?

Ese abogado se une a otros que persiguen el mismo objetivo, con quienes constituye una asociación sin fines de lucro que califican afectadamente como una organización no gubernamental -como si no lo fueran todas las de carácter privado-, con el propósito de buscar, donde fuere y como fuere a quienes estén dispuestos a aceptar sus servicios profesionales (sic), para multiplicar la clientela (sic) y plantear por docenas demandas de amparo a diestra y siniestra con el mismo designio. ¿Tendría usted interés en que, bajo nuestro patrocinio y sin costo alguno, se tramite en su nombre un juicio de amparo en que se ordene suspender la construcción de unas obras de ampliación en el aeropuerto de Santa Lucía? ¿Sería tan amable de firmar este papelito? Queremos evitar, sabe usted, el derroche de los fondos públicos.

Esto no suena bien. Algo anda mal. No parece que la Ley de Amparo, institución procesal constitucional de que tanto nos enorgullecemos los mexicanos, pueda servir de instrumento para dejar en manos de algunos los intereses de todos, los intereses generales. No es posible pensar que se deje al arbitrio de un puñado de abogados sin pleitos la construcción de las grandes obras de infraestructura que la...

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