Colaborador Invitado / Gonzalo Hernández Licona: Vacunación y transparencia
| Autor | Colaborador Invitado |
Lo más importante para México y para el mundo durante 2021 y 2022 será la vacunación contra COVID-19. No habrá otra cosa más relevante. La esperanza de vida, la mortalidad de millones, la salud de la población, el buen servicio médico para todas las enfermedades, la economía de las familias, la cohesión social y las relaciones personales dependen de qué tan rápido se vacune a la población. Esta acción pública será la más relevante de estos dos años, más importante que Dos Bocas, que Santa Lucía, que la popularidad presidencial y claramente que las elecciones de 2021.
Por esa razón hay tres elementos en los cuales debemos poner atención: la transparencia con la que el gobierno trata el proceso de la vacunación; la rapidez con la que llegamos a la vacunación con dosis completa (dos tomas o una, dependiendo de la marca de la vacuna) de al menos el 70% de la población y la equidad del resultado.
La rapidez para alcanzar ese 70% depende de muchas cosas: la velocidad de la producción mundial, el porcentaje de las vacunas que pueden ser destinadas a países como México y la estrategia con la que México compra y distribuye. Hay varios pasos intermedios y en todos ellos, especialmente en los concernientes al gobierno, la población debemos exigir información veraz de manera diaria. Hoy no sabemos cuánto hemos gastado en vacunas y cuántas dosis tendremos de aquí a abril, mucho menos para fines de año. El presidente, el secretario de Hacienda y el canciller tienen otros datos, que difieren entre sí.
No es clara tampoco la priorización de las poblaciones para llegar a la vacunación que nos brinde inmunidad. ¿Cuál es el nivel de prioridad de todos los trabajadores de la salud, en clínicas públicas y privadas? ¿Qué municipios siguen cuando se termine la vacunación en los 330 municipios iniciales; con qué criterio? La equidad y la eficiencia del proceso de vacunación dependen de estas respuestas.
Esto es sólo la parte intermedia del proceso, pero la exigencia central es que haya resultados: qué tan lejos estamos, diariamente, de contar con el 70% de la población vacunada con las dosis necesarias. Ésta es la madre de todas las estadísticas para 2021 y 2022. No habrá otro indicador más relevante que éste.
Debemos vacunar con dosis completa a 88,209,816 personas para llegar al 70% de la población. Hasta el 15 de febrero de 2020 se llevaban vacunadas sólo 86 mil personas con dosis completa, además de 665 mil personas con sólo una dosis. Nos faltan...
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