Colaborador Invitado / Gonzalo Hernández Licona: Dos fantasmas
| Autor | Colaborador Invitado |
Dos fantasmas recorren el mundo desde hace varias semanas: un virus nuevo de mil cabezas y una debacle económica de magnitud inimaginable. Los dos fantasmas se alimentan uno del otro. La pérdida económica tiene varias causas, entre otras, una guerra sobre el precio del petróleo que afecta a países productores, como México; pero casi simultáneamente, rebasando indistintamente por derecha e izquierda, la expansión del coronavirus está acelerando la debacle económica que ya se instaló en varios países y que ya está llegando a México. A su vez, la crisis económica producto de menos ingresos petroleros reduce la capacidad del gobierno y de la sociedad para enfrentar el virus. Círculo vicioso.
Ambos fantasmas nos agarraron con los dedos en la puerta: nulo crecimiento económico durante 2019 (-0.1% anual) y enorme fragilidad de finanzas públicas, consecuencia de la falta de acción adecuada hoy y desde hace varios años. ¿Qué hacer ante este nuevo escenario?
Cuando una persona no cambia sus planes y estrategias ante una tragedia súbita, su falta de reflejos le hará mucho daño. Con el gobierno sucede lo mismo. El presupuesto 2020 se hizo bajo un escenario totalmente diferente al de marzo 2020. El país es otro respecto a diciembre 2019. Si entonces era dudoso ponerle lana pública a Pemex y a la refinería Dos Bocas, hoy es una pésima decisión. A inicios del año no teníamos suficiente presupuesto para salud y para protección social en general; el escenario nuevo reduce aún más ese presupuesto.
Ya se prevé una caída de casi 4.5% en la actividad económica para este año. Si eso suena muy vago, traduzcámoslo a empleos perdidos: en 2018 se generaron 661 mil empleos formales anualmente, cantidad insuficiente ante el crecimiento poblacional de poco menos de 1 millón de personas al año. Ante el escenario actual, en 2020 podríamos tener reducción del empleo formal (en 2009, también con crisis económica y virus, perdimos 171 mil puestos de trabajo formales).
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