Colaborador Invitado / Eduardo Andere M.: Las dos Reformas Educativas

AutorColaborador Invitado

Peña en 2012 y López Obrador en 2018 presentaron dos Iniciativas de reforma constitucional para la educación. Las dos se llamaron reformas. En realidad, todas las reformas, incluidas las de Calderón, Fox, Zedillo y Salinas se han llamado reformas. Ni bien ni mal llamadas, son reformas porque reforman leyes o reglamentos.

Las dos reformas son en su mayor parte políticas e ideológicas, no pedagógicas. La primera cuestionó a los maestros; la segunda los entroniza. El maestro no mejora porque lo cuestionen o entronicen, mejora cuando intrínsecamente (empujado por estímulos extrínsecos) quiere aprender y mejorar. Ambas reformas utilizan al "maestro" como parte de su retórica política. ¿Cuál es la realidad? Hay maestros buenos y no tan buenos. Nadie en el mundo rechaza el papel crucial de los maestros en el proceso educativo; sin embargo, tampoco nadie rechaza que los maestros sean evaluados, el debate no está en la evaluación, per se, sino en la forma en la que se realiza y utiliza.

Desvestidas de la retórica, las dos reformas representan dos visiones o movimientos diferentes de la política educativa en el mundo. La de Peña busca el cambio a través de la estandarización de criterios e indicadores y la evaluación de procesos y resultados; digamos que es más conductista. La de AMLO es una reforma ideológicamente contraria a la estandarización y evaluación, y parece ser más humanista. Nadie en el mundo rechaza ni la estandarización ni la evaluación (de hecho, la Iniciativa de AMLO habla de estandarización y medición), lo que se rechaza es el uso que se les da a ambos objetivos de la política educativa. La ciencia pedagógica rechaza la estandarización de la enseñanza-aprendizaje y de los estudiantes.

Aunque las dos reformas hablan de calidad y equidad, la reforma de Peña se enfoca en la calidad y la de AMLO en la equidad. Ambos tienen razón y ambos están equivocados. Peña y sus ministros se obsesionaron con las mediciones y el desempeño; AMLO y su ministro parecen obsesionarse con la equidad. Cierto, la desigualdad es un problema estructural que necesita atención para mejorar la calidad, pero también lo son la...

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