Colaborador Invitado / Armando Ríos Piter: David contra Goliat

AutorColaborador Invitado

Por una #SociedadHorizontal.

Desde que David derrotó a Goliat con el uso de una honda y una piedra, sus nombres han sido el símbolo de la lucha entre el pequeño y el gigante. A lo largo de siglos el episodio bíblico recuerda que por más grande y fuerte que parezca un adversario, la versatilidad del oponente y las fragilidades de su contrincante pueden cambiar los resultados en cualquier contienda.

Los analistas en México recurren con frecuencia a la idea de que "la oposición necesita encontrar un López Obrador a la inversa. Alguien que capitalice el descontento creciente contra la 4T", como él lo hizo. En lo personal difiero de esta opinión pues asume que las condiciones son iguales a las que prevalecieron antes, lo que es equivocado.

Aquí tres razones: 1) La plataforma sobre la que AMLO construyó su base opositora fue la de los votos que obtuvo como segundo lugar, en las dos contiendas previas al 2018. Los recursos de difusión y movilización -públicos por cierto- empleados en sus campañas le dieron una proyección como a ningún otro actor público. 2) La promoción de su imagen como presidente de Morena facilitó la presencia mediática nacional de manera sostenida. 3) Sus recorridos por todo el país a lo largo de 12 años le permitieron "vender" que conocía el territorio y había escuchado a la población. En el corto plazo, todo esto es irreplicable pues no hay un solo actor nacional que pudiera representar algo parecido, por lo menos de cara al 2021.

Por ello, más que pensar en una oposición lineal, hay que escudriñar más a fondo el escenario estratégico. En 2018, innumerables actores "descentralizados" en el territorio nacional encontraron en AMLO un vehículo que logró canalizar su descontento. Ese momento evidenció que ya existían cientos de miles de grupos sociales con agendas y causas que buscaban una ruta de expresión. AMLO era el mejor ubicado gracias a que, sin desestimar su persistencia, fueron los recursos públicos y el tiempo los que crearon en él un opositor que pudo colocarse ahí cuando pasó el tren del cambio.

El verdadero centro de gravedad del cambio en 2018 fue la gente y no un liderazgo en particular. El hartazgo frente a la corrupción y la inseguridad fueron conceptos aglutinadores de la problemática que se...

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