Colaborador Invitado / La agenda pendiente

AutorColaborador Invitado

David Colmenares

Ante el problema de insuficiencia de los ingresos públicos para financiar un gasto público orientado al desarrollo social y a la infraestructura se esperaba una propuesta de reforma tributaria que, además de recaudar, enfrentase los grandes pendientes en materia de progresividad, federalismo y eliminación de privilegios fiscales. Pero no fue así.

Hoy tenemos una crisis económica que se refleja en la inversión y el empleo, así como en una crisis fiscal en estados y municipios con un boquete cercano a los 100 mil millones de pesos, sin acceso a recursos federales y con problemas de financiamiento educativo.

Para la reforma fiscal, las reglas siempre han sido simples: cualquier reforma, para ser posible, ha de ser sencilla, fácil de administrar y de cumplir, equitativa, progresiva, federalista y viable políticamente. Hoy es más cierto que nunca.

La crisis fiscal en los estados y municipios se debe a la caída de las participaciones y a la ausencia de excedentes petroleros, estando muy lejos de la bonanza fiscal de 2008, y con pocas posibilidades para recaudar más, no sólo por la recesión, también por el bajo potencial recaudatorio de sus impuestos propios o la debilidad estructural de sus economías.

Las cosas no les pintan bien para el futuro, la recesión está aquí y tardaremos casi 4 años en recuperar los niveles de fines de 2008. En 2010 se agotarán los fondos de estabilización, y las coberturas serán muy bajas.

En un entorno recesivo, la OCDE ha recomendado no aplicar medidas procíclicas, como aumentar impuestos, reducir gasto público y sí considerar un déficit transitorio hasta del 5 por ciento para 2010.

En la Iniciativa no se acude al déficit -sólo 0.5 por ciento- y el precio del petróleo está por debajo de las expectativas que hoy son de 62 dólares. Sin embargo, es muy probable que los diputados suban el déficit y actualicen el precio del petróleo.

La Iniciativa propone un impuesto generalizado al consumo de 2 por ciento; incrementa la tasa del IDE de 2 a 3 por ciento; se incrementa el ISR del 28 al 30 por ciento; un nuevo impuesto de 4 por ciento a telecomunicaciones y se incrementan los impuestos a tabacos, cerveza, alcohol y juegos y sorteos.

Hay ausencias y no hay propuesta federalista.

Es claro que con la...

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