Coinciden en su afán de revolucionar al país

(Corresponde a las notas del adelanto 16 del tercer presupuesto; embargada para sitios en internet hasta las 11:00 horas locales de este domingo 10 de junio)Natalia Gómez QuinteroMÉXICO, D.F., junio 9 (EL UNIVERSAL).- Unidos por su descontento ante lo que consideran falta de equidad en la contienda electoral que se libra en los medios de comunicación, los jóvenes que lideran este movimiento comparten además una vida marcada por el deseo de dar la batalla para erradicar la corrupción y la desigualdad social que ven en el país.- Mago, por si falla el politólogoAntonio Attolini, estudiante de las carreras de Ciencia Política y Relaciones Internacionales del ITAM. Siempre trae un as bajo la manga. Sí, porque tiene en toda ocasión una respuesta ante cualquier cuestionamiento, pero también de manera literal. Habitualmente lleva consigo un juego de cartas para hacer magia, pues esa actividad, la de mariachi y la de locutor son a las que se dedicará si su proyecto como politólogo le falla.A ése que le encanta hacer magia desde niño y la música de mariachi le apasiona, le tocó llamarse Antonio Attolini. Lleva el nombre de su padre, pero también el de su abuelo, Premio Nacional de Arquitectura 2002 y 2008, fallecido en febrero pasado.Es estudiante de dos carreras en el ITAM Â Ciencia Política y Relaciones Internacionales- y desde hace unas semanas integrante del movimiento #YoSoy132. El 18 de mayo fue uno de los que dirigía la protesta frente a Televisa, San Ángel, en reclamo de no sesgar la información a favor del priísta Enrique Peña Nieto.Esa no era la primera vez que se manifestaba de manera pública. Su protesta por demandas sociales justas inició a los 16 años, cuando en el centro de Cuernavaca, Morelos, estuvo con un grupo que protestaba por la apertura del capítulo agropecuario del Tratado de Libre Comercio con América del Norte.En su historia no se registra un incidente que lo haya inclinado a luchar por las causas sociales y políticas, pero reconoce que la inequidad en México ha alcanzado niveles importantes, al grado de ver también el esfuerzo de sus padres por pagar las colegiaturas de él y de su hermano, especialmente en la crisis de 2008 cuando su padre, arquitecto dedicado a la construcción, tuvo importantes bajas en su ingreso.Attolini tercero tiene una beca en el ITAM que cubre 60% del costo de sus estudios. Sus padres absorben esos gastos, que él durante algún tiempo apoyó al trabajar en una fotocopiadora y en la biblioteca de la universidad. Ese chico de 21 años destaca de entre muchos mexicanos por su altura de un metro con 96 centímetros y también por su claridad al expresarse.Tiene muy presente a su abuelo, el que colgaba sus diplomas y reconocimientos en el baño, pero también el que alguna vez reconoció...

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