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Cohetes y música como despedida

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Vincent

JUCHITÁN, Oax., diciembre 22 (EL UNIVERSAL).- Camila, Romina y Cristian cruzaron por última vez el gran pórtico de la primaria Daniel C. Pineda. En esta ocasión no entraron corriendo, ni empujándose entre ellos, mucho menos tomados de la mano de su madre, María Cruz. En su última visita la atravesaron en tres féretros blancos, seguidos del ataúd de ella.

Los cohetes tronaron en el cielo desde la partida de los niños de su hogar hasta la escuela, entre los zapotecas es costumbre que cuando los que mueren son infantes se quemen cohetes porque es el anuncio de que al cielo llegan nuevos angelitos.

Los ataúdes se colocaron en medio de la explana central de la escuela, donde cada lunes Cristian, Romina y Camila Cuevas Nolasco, de 10, 8 y 11 años respectivamente, rendían honores a la bandera nacional, el mismo espacio que su madre recorría todos los días para ofrecer algunas viandas a los niños en el recreo.

El timbre sonó con toda intensidad anunciando una despedida, mientras las notas de la pieza zapoteca “Guendanabani/ Vida” interpretada por una banda de niños enmarcaron la tristeza del momento, al fondo, la abuela sentada se desgarraba el alma y presenciaba las honras fúnebres que los alumnos, maestros y padres de familia le rendían a sus hijos.

Camila, la mayor de los hermanos, cursaba el sexto grado B, Cristian el quinto A y Romina el tercero C , la maestra Evarista Ayala Castillo los recordó como futuras promesas deportivas en karate , inquietos como todos los niños, explosivos en risas y juegos, amorosos con sus padres y maestros.

El pase de lista quebró a todos los que se dieron cita en la despedida, la banda de guerra cimbró la explanada, la voz entrecortada de las maestras que dirigieron unas palabras a los familiares y honraron la memoria de la familia Cuevas Nolasco se hizo notoria.“Aquí pasaron gran parte de sus vidas. Los tres eran nuestros hijos, nuestra familia. Su madre era parte de esta comunidad educativa. Hoy los despedimos en este lugar en que varias veces los abrace y besé, donde jugaron y honraron a su patria”, recordó la maestra Evarista.

La primaria que celebró en el pasado los triunfos de los hermanos Cuevas en el deporte, los despidió con música, globos y flores. Después de media hora...

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