Lo cogieron en calzones

AutorBenito Jiménez

Servando Gómez, La Tuta, fue detenido cuando se encontraba acostado y en ropa interior.

Cuando los federales irrumpieron en su casa de Morelia no pudo alcanzar su arma, la cual estaba en un buró, a un metro de él.

La captura del capo fue posible porque desde 2009 fue relajando sus medidas de seguridad.

A pesar de los cambios que hacía, siempre portó un arma corta al cinto para defenderse.

Hablaba con sus subalternos vía telefónica menos de un minuto y desde varios números.

La detención ese año de Luis Servando Servando Gómez Patiño, su hijo, quien acudió a una pelea de gallos en Arteaga, prendió alertas en La Tuta y solicitó a los integrantes de su organización más información sobre los operativos federales, de acuerdo con testimonios de templarios detenidos.

José Alberto López, escolta de esa organización, narró a la PGR que La Tuta habitó por muchos años en el municipio de Arteaga y que ese poblado tenía distintos puntos de vigilancia a su alrededor.

En Arteaga, La Tuta fue "pastor" de un centro de rehabilitación para sus integrantes. Las pláticas se enfocaron a la superación personal. Pero también desde ese municipio coordinó las acciones delictivas que realizaron los templarios, en ciudades como Uruapan, Lázaro Cárdenas, Apatzingán, Nueva Italia, Morelia, La Huacana, y Ario de Rosales, entre otras.

Los operativos de las fuerzas federales en 2010 obligaron a Servando Gómez a andar a salto de mata.

Tumbiscatío fue uno de los municipios más...

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