Fricasé/ Cobrar y repartir

No es cierto, como afirman gobernícolas, que en México la recaudación de impuestos sea la más baja del planeta.

Cuando se incluyen junto con los impuestos los cobros indirectos que el Gobierno le aplica al ciudadano por concepto de gravámenes a los bienes y servicios que le provee, como gasolina, luz, gas y otros, los mexicanos pagamos igual o más impuestos que cualquier ciudadano de cualquier país avanzado.

Para que midan la importancia de esta recaudación "indirecta" tomen en cuenta, lectores, que algo así como el TREINTA Y OCHO por ciento de los ingresos del Gobierno federal provienen de una sola fuente: Pemex.

¿Y de dónde provienen los ingresos de Pemex?

De los usuarios cautivos de este monopolio, tanto de lo que cobra por sus productos como de los impuestos que se le aplican a los mismos y que en forma duplicada, y a veces triplicada, paga el consumidor cautivo.

O sea: todos nosotros.

La recaudación directa vía impuestos no será muy elevada en México, debido a la evasión (misma que a su vez se deriva de lo oneroso y lo complicado de nuestro sistema tributario), pero existe una clara compensación para el Gobierno por la vía de IMPUESTOS AL CONSUMO de bienes primarios, como son los energéticos.

El IVA es también y por lo mismo uno de los impuestos más efectivos que cobra el Gobierno federal y es uno en el que de acuerdo a los planteamientos de algunos Gobernadores, especialmente el de Nuevo León, los Estados deben participar a priori en forma directa y automática.

De ahí la propuesta ésa de que si el IVA se aprueba al 15 por ciento, un 12 sea para la federación y un tres para los estados.

Cosa que, a juzgar por lo que dijo el Presidente Fox, no es del agrado total del régimen, ya que en su Informe alegó que el 60 por ciento de los ingresos del Gobierno son ya para los estados y los municipios.

Como diciendo que para qué quieren más dinero.

Si esto incluye lo recaudado vía los impuestos al consumo de energéticos y mediante los acuerdos existentes respecto a la repartición de los mismos, por ejemplo, en lo que respecta al impuesto a la gasolina, pues pudiera ser que así sea, mas no deja de ser éste un esquema en el que el Gobierno federal cobra y luego reparte.

Y ustedes ya saben lo cierto que resulta ese decir muy mexicano que asegura: "¡el que parte y reparte, se queda con la mayor parte!"

En el nuevo esquema que se está proponiendo, en casi todas sus variantes, cada quién cobra y ya no hay necesidad de repartir: lo cual se antoja un...

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