Cloverfield: 'Ataque' pop a un símbolo

AutorMauricio Matamoros

Sin duda, una imagen de la Estatua de la Libertad decapitada atrae la atención de cualquier individuo. Tal vez primero por la violencia implícita del mensaje, y segundo porque invariablemente nos preguntaríamos cuáles habrán sido las poderosas circunstancias en las que el orgullo de Manhattan quedó sin guía.

¿Qué podrá saber una criatura desconocida, aunque de dimensiones descomunales, acerca de la libertad y los símbolos?

Seguramente nada, porque igualmente un monumento que sobrepasa los 50 metros de altura es objetivo fácil desde muchos ángulos; es decir, no es cuestión de azar que esta construcción quede maltrecha si se interpone en el paso de una amenaza poderosa que del Río Hudson se encamina hacia Nueva York. Aunque, por supuesto, no deja de tener su peso simbólico.

Cualquiera que sea el caso, esa es la imagen que el realizador Matt Reeves y el productor J.J. Abrams han escogido para presentar al mundo Cloverfield (2008), uno de los proyectos cinematográficos más complejos y efectivos en su planeación publicitaria en años recientes, convirtiéndolo en uno de los más exitosos de la historia al recaudar, solamente en su primer fin de semana de exhibición en Estados Unidos, más de 40 millones de dólares.

Y aunque en México hasta el próximo viernes no podremos verificar exactamente la forma y naturaleza de la amenaza, sabemos que se trata de un monstruo descomunal que como Godzilla -el original- lo hiciera con Japón, éste ha escogido Nueva York para hacer un berrinche de antología.

Fue precisamente en 1954 con Godzilla (e igualmente con un monstruo prehistórico diseñado por Ray Harryhausen, y basado en una historia de Ray Bradbury, para el filme The Beast From 20,000 Fathoms, de 1953) que la incertidumbre y los terrores bélicos encarnaron en una monstruosidad de dimensiones gigantescas y acciones más aterradoras.

Pero esa carga simbólica de la amenaza atómica representada en el kaiju eiga (el género fílmico japonés del monstruo descomunal) pronto feneció casi del todo ante el interés público de disfrutar únicamente de las batallas entre Godzilla y cualquier monstruo de goma que se le ocurriera a Eiji Tsuburaya, el creador de los trajes de látex en la saga de esta criatura (lo cual también posee su encanto, por supuesto).

Cloverfield continúa con esta tradición, toma elementos de otros proyectos exitosos, los traduce para nuevos tiempos y perfecciona el discurso de la amenaza infranqueable.

Abrams (solvente productor televisivo de series...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR