Clonación terapéutica; entre la política y la ciencia
Convocados por reforma.com y de cara a la discusión en la ONU sobre la clonación de células humanas, el diputado Fernando Guzmán y el especialista Ricardo Tapia exponen sus argumentos en contra y a favor de la experimentación con embriones
Fernando Guzmán (FG): Con la mal llamada clonación con fines terapéuticos lo que se busca es curar u obtener beneficios médicos para una persona causando la muerte de un embrión, que es vida humana.
Esto es injustificable, no hay razón, no hay elemento alguno que pueda, con base en la ética, justificar el asesinato de una persona, así sea en vida embrionaria, tan sencillo como eso.
Ricardo Tapia (RT): Hay un acuerdo casi general en la comunidad científica en el sentido de que mientras el blastocisto no se implante en el útero, y pasen otros días más para que esa implantación se afiance, no se puede hablar de persona humana.
En el momento de la fecundación del óvulo por el espermatozoide lo que sucede es que se unen los medios genomas que tienen cada uno, para formar lo que se llama el óvulo fecundado, que a las pocas horas empieza a dividirse. Al llegar a la sexta o séptima división -lo cual ocurre a los 5 o 6 días de la fecundación, tanto por acto sexual como si se hiciera por fertilización in vitro- este blastocisto contiene en su interior las llamadas células troncales, o células madre.
Estas células tienen la potencialidad de generar un organismo completo o, lo que es más importante para la clonación terapéutica, poder diferenciarse si se cultivan en ciertas condiciones in vitro para generar tejidos que puedan usarse para remplazar los que se mueren por enfermedades degenerativas, por la diabetes, por el alzheimer, por el parkinson, y también por el cáncer.
El punto central es que no es posible hablar de persona humana cuando no hay más que un conjunto de células. Ni remotamente hay todavía sistema nervioso, y no hay manera de pensar que esto es una persona humana. Si así fuera, tendríamos que pensar que el espermatozoide es media persona y el óvulo es otra media persona y que por el simple hecho de que se junten se forma la persona humana.
FG: No toda la comunidad científica tiene esta aberrante interpretación. Es muy respetable la opinión del doctor Tapia, pero es su opinión. La opinión científica acredita que cuando se da la fecundación, cuando se da esa unión del espermatozoide y del óvulo, estamos ante un organismo diferente, nuevo, que es precisamente una vida humana, embrionaria ciertamente, pero una vida humana.
La doctora Pilar Calva Mercado ha señalado que hay cuatro características para afirmar que un embrión es un nuevo ser humano.
En primer lugar la unidad biológica del nuevo ser, que en si mismo no requerirá más que su desarrollo natural, para llegar, después de nueve meses, a convertirse en una persona...
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