Claudia Ruiz Arriola / Tres palabras

AutorClaudia Ruiz Arriola

Desde hace meses vengo observando el caminado de George Walker Bush. No sé si se hayan dado cuenta, pero desde que empezó todo el asunto de la confrontación con Iraq (y con el mundo entero), el Presidente estadounidense adoptó un pasito tun tún como de quien recién se ha bajado del cuaco (no le haría mal a Fox aprenderle algo).

Al principio pensé que se trataba simplemente del caminado que adquieren todos los gallegos cuando los ponen a dieta de colesterol (Oye, Manolo ¿por qué caminas así? Pues, jo, hombre, es que tengo un problema cardiaco y el médico me ha dicho que, los huevos, ni tocarlos). Pero no, mi hipótesis gallega se derrumbó completamente al leer la rotunda y valiente declaración que hizo Mr. Bush a la prensa.

Y es que ahora me queda claro que si Bush hijo camina con las piernas ligeramente abiertas, no es que ande rozado, ni que tenga problemas con la sístole y la diástole. Al parecer, el motivo de tan peculiar zancada es que el Mandatario estadounidense (a diferencia de los nuestros), tiene los pantalones bien puestos.

Por ello, al ser cuestionado sobre los datos falsos relativos a las armas de destrucción masiva con que su gobierno justificó la aventura en Iraq, Bush declaró: "Asumo la responsabilidad de todo lo que digo. Absolutamente. También asumo la responsabilidad de tomar decisiones sobre la guerra y la paz" (EL NORTE, 31 de julio).

Así de claro. Nada de retorcerse frente a los micrófonos cual lombriz con retortijones y aducir que "me pasaron mal el dato", o que "la CIA se equivocó", ni el ya clásico "¿y yo por qué?", o "me malinterpretaron los medios de comunicación masiva siempre al servicio de los oscuros poderes del pasado".

No, la respuesta de Bush fue algo tan simple, llano y sencillo como atreverse a decir: "Analicé una recopilación minuciosa de información buena, sólida y consistente que me permitió llegar a la conclusión de que hacía falta quitar a Saddam Hussein del poder" (EL NORTE, 31 de julio).

Claro que eso no implica que Bush esté en lo correcto. Ya lo dijo Horacio: "No por atribuirle esta cualidad hemos de conferirle las otras", pero tampoco se vale negar los méritos donde los hay.

Porque algo que el Mandatario del vecino país del norte tiene muy claro es que gobernar no es andar en campaña de popularidad perenne como piensan los del PAN...

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