Claudia Ruiz Arriola / El próximo cónclave

AutorClaudia Ruiz Arriola

Cuando Joseph Ratzinger, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe (Ex Santo Oficio) habla, el mundo tiembla. Y es que el Panzer Kardinal -como se conoce al germano por su delicadeza para tratar a quienes considera herejes- no se anda con eufemismos diplomáticos, ni con rodeos por las ramas. Como buen dealer del póker divino, Ratzinger es de los que como ven, dan. Por eso, cuando el pasado 30 de septiembre les dijo a sus paisanos cerveceros que el "Papa estaba muy mal", el mundo tembló. Temblaron los papistas ante la perspectiva del fin de uno de los pontificados más largos de la historia (sólo Pío IX y León XIII han superado los 25 años) y, temblamos lo no papistas, al encontrar en la lista de los papabile a Norberto Rivera y a Juan Sandoval.

Pese a ser uno de los Estados más pequeños del mundo, el poder terrenal del Vaticano es enorme. La influencia mundial que ejerce su máximo jerarca es sólo comparable a la del presidente estadounidense y eso se refleja en el profanísimo dato de que cerca de 6 mil periodistas de todo el mundo llegarán a Roma a cubrir las exequias de Wojtyla y el cónclave que elegirá al sucesor 265 de San Pedro. De hecho, la importancia de la noticia para el orbe llevó a la CBS, la CNN y la Televisión Japonesa a pelearse por la terraza del hotel Star Atlante, sitio privilegiado para captar el humo que saldrá de la Capilla Sixtina después de cada votación. (Finalmente la CBS se quedó con la cotizada terraza por la módica suma de 180 mil dólares).

Que Juan Pablo II se está muriendo -como nos estamos muriendo todos los que no nos hemos muerto todavía, diría el filósofo de Güemes- es evidente. Pero nadie se rasgue las vestiduras; puede que la muerte del Papa no sea inminente. Como entre el resto de los mortales, entre los pontífices han habido agonías largas como la de Paulo Sexto y muertes súbitas como la Juan Pablo I. Aun así y, puesto que Ratzinger ya destapó la sucesión papal, vale la pena reflexionar sobre los temas que el Espíritu Santo y/o los 135 cardenales con credencial de elector vigente tomarán en cuenta antes de emitir su voto durante el cónclave.

En primer lugar está el asunto de si el nuevo vicario de Cristo será o no europeo. Expresado en términos geográficos...

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