Clasiquito de 0-0

AutorMiguel Angel Arizpe

Si el Clásico 61 fue histórico, el 62 de anoche parece ser que se olvidará muy pronto.

Los Rayados no supieron aprovechar la superioridad de un hombre más que tuvieron durante 57 minutos, tras la expulsión de Ramón Ramírez, y que Tigres tuviera, durante media hora, un solo atacante.

Los felinos, mejor parados en la cancha, y con mejor manejo de balón en el último tercio del partido, fallaron las oportunidades que tuvieron, de ahí que la historia de este Clásico haya quedado 0-0.

Cuando el silbante Eduardo Brizio expulsó a Ramón en el 33' del primer tiempo, parecía que el Monterrey podía tomar el control del partido, que podía matar a sus rivales, pero como lo dijo su propio técnico, Benito Floro, las "limitaciones" de sus jugadores no los dejaron ir más allá, aunque él tuvo algo qué ver en que no se haya ganado, con cambios que le dieron más volumen ofensivo, pero con los que perdió el control del balón, y un principio básico del futbol dice que no se puede atacar si no tienes la pelota.

Con la expulsión de Ramón, los felinos perdieron un poco el control de la media cancha, perdieron el balón, pero no el orden, tácticamente tuvieron el manejo del juego.

Para la segunda mitad Monterrey salió en busca de ese gol, pero los cambios de Floro y de Vucetich le dieron un rumbo distinto al que se esperaba.

Por un lado, el español sacó a Marcelino Vagner, su recuperador de balones, y metió a Sergio "Alvin" Pérez; por el otro, Vucetich sacó a Luis Hernández e ingresó Alex Villalobos. Todos pensaron que eso iba a favorecer a Rayados, pero fue al contrario.

Monterrey perdió la recuperación y la fuerza en el medio terreno, Tigres ganó el balón en el medio campo y lanzó contraataques peligrosos.

Los Tigres contraatacaron y los ataques del Monterrey fueron más de empuje, de tratar de centrar a Claudinho, quien de hecho tuvo dos, pero no las metió, además de buscar el juego aéreo de Víctor Muller, quien entró de relevo.

El primer tiempo había resultado parejo, aunque Tigres tuvo el mando después de aguantar un arranque donde los Rayados salieron a morder y los presionaron.

Omar Ortiz atajó un remate de Luis, pero Campos rechazó un potente disparo de Omar Gómez y, en el contrarremate, Claudinho le entregó el balón, además de tapar con las piernas una internada de Chuy Arellano en el minuto 1 del segundo periodo.

En un análisis general del juego se puede decir que, uno, a Monterrey le pusieron en charola de plata para que ganara, y no ganó; dos, Tigres...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR