La clase que los niños aprenden en el carro

AutorJessica Castañeda

Mañana con el regreso a clases, muchos niños llegarán a su salón y se sentirán emocionados de conocer a nuevos maestros y amigos.

Pero también volverán ya de manera cotidiana a su segunda aula, acondicionada con tacómetro, direccionales y asientos acojinados para recibir lecciones de valores y cultura vial de su otro maestro: el que va al volante.

Pasarse un alto, maldecir contra el conductor que se le metió en la fila, hablar por celular o tirar la botella vacía por la ventana son algunas de las "lecciones" de cultura vial y de valores que todos los días ofrecen muchos padres y madres de Monterrey a sus hijos y a los demás pasajeros de su auto mientras van al volante.

"Los niños absorben como esponjitas, todo el tiempo están aprendiendo; su primer modelo es la casa y también el carro. Aprenden de todo, desde gestos, palabras y forma de hacer las cosas", señala la psicóloga escolar Marina Pérez.

La educación vial es parte de las lecciones de vida que los papás están obligados a ofrecerles a sus hijos, destaca Rodolfo Sánchez, experto en educación y cultura vial.

"Así como los educamos en las casas y a ir a ciertos deportes, también tenemos que educarlos vialmente y será más fácil más adelante. Habrá menos accidentes si les enseñamos desde chiquitos, para que de grandes tengan cultura vial", expresa.

LAS MALAS LECCIONES

En los grandes freeways de Estados Unidos, cuando existe algún altercado, hay automovilistas que hasta sacan de sus autos tubos, bates, armas y bolas de boliche para atacar al otro conductor que los ha hecho enojar. Aquí no parece ser ése el caso, aunque sí dan lecciones de antivalores como impaciencia, falta de respeto e intolerancia.

"Si entrenamos a los niños a que no se peleen con los hermanos, a que no pierdan el control, igualmente serán pacientes cuando estén conduciendo, lo que evitará que lleguen a un accidente que podría ser fatal", dice el especialista Sánchez.

Los papás y mamás que van arreglando el mundo en su celular o con una agenda en la mano, o que van desayunando y al mismo tiempo manejando, dan la señal de que para conducir un vehículo no se necesitan los cinco sentidos, cuando la atención es lo más importante para evitar accidentes que puedan ser fatales.

"Ellas van en tres cosas al mismo tiempo y, por ejemplo, el celular distrae tremendamente, entonces corres riesgos y les estás enseñando a los preadolescentes a que pueden hacer esto también cuando manejen y ellos repiten los patrones", describe Pérez.

Si...

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