Los claroscuros del bienestar: Llegar hasta el final
Después de dos años y medio, la doctora Anabel Pagaza logró la detención del presunto autor intelectual del homicidio de su esposo.
Tuvo que presionar, investigar, comenzar varias veces, recibir amenazas de muerte, quitarle tiempo a sus hijos para dedicárselo al caso y conocer al sistema de justicia.
"Hace dos años y medio en un asalto asesinaron al que fuera mi esposo. A partir de ese momento decidí que este asunto iba a llegar al final. Si en mucho se resolvió fue por mi actitud. Esa es la invitación que hago a la gente".
El 29 de enero de 1998, en su negocio de rótulos, el esposo de la doctora Pagaza, César Rodolfo Blanco Gutiérrez, ingeniero industrial y padre de dos niños, uno de siete y otro de cuatro años, fue asesinado. Eran las 10 de la mañana cuando tres sujetos entraron al local, dijeron que se trataba de un asalto, hincaron a los presentes, taparon con un trapo a Blanco Gutiérrez y le dispararon. Pese a que él les aseguró ser un hombre de paz y les propuso llevarse lo que quisieran.
La averiguación previa se abrió con el delito de asalto con violencia.
En junio de este año se dictó auto de formal prisión contra el presunto autor intelectual. Fueron horas y horas de trabajo, recuerda la doctora. Enfrentó corrupción, cambio del personal que atendía su caso, conoció cómo trabajan algunos ministerios públicos. Lo peor en la aplicación de justicia, dice, es la ineficacia y la lentitud. "Parece que hacen pero no hacen".
El asunto Mistique
Al mes y medio la doctora contaba con datos sobre quién podía ser el responsable. Sin embargo, el caso se mantuvo en reserva, sin avances.
En agosto del año pasado la investigación llegó al área de Rezagos de la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal y cobró de nuevo relevancia. Ahí lo tomó el ministerio público Juvenal Cruz, quien lo reconstruyó y bautizó como Asunto Mistique.
Blanco Gutiérrez estaba asociado con Alejandro Ortiz Trejo en un negocio de compra-venta de autos usados y chocados. En septiembre, Ortiz Trejo compró con dinero de su socio un Mistique chocado y pidió más recursos para repararlo. En noviembre, su socio preguntó por el vehículo y Ortiz aseguró que ya estaba listo, pero comenzó a esconderse. Un mes después, Blanco Gutiérrez le advirtió a Ortiz Trejo que lo denunciaría; fue entonces cuando recibió veladamente una amenaza de muerte, según el testimonio de Jorge Blanco Gutiérrez, hermano del occiso.
En enero Ortiz exigió más dinero y Blanco Gutiérrez le dio un ultimátum: o...
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