Juan Ciudadano / Partidocracia... y sin antidoping
| Autor | Juan Ciudadano |
Hay un agravante en el tema del control que ejercen los partidos grandes sobre los procesos electorales en México.
Al tiempo que las nuevas reglas electora- les que fortalecen la posición de los tres grandes con respecto al árbitro electoral y con respecto a los partidos menores empiezan a aplicarse en la práctica, otro conjunto de normas -éstas también de elaboración reciente, pero orientadas a abrir a los partidos al escrutinio ciudadano- no terminan de cuajar en la práctica.
La fórmula no es prometedora: más control de los partidos sobre las elecciones y menos control de los ciudadanos sobre los partidos.
Al nivel jurídico hay una tendencia positiva de ir sacando a los partidos políticos del absurdo régimen de excepción en que vivían en materia de apertura informativa.
El primer paso ha sido hacerlos obligados indirectos -a través de los órganos electorales- a transparentar, para finalmente ser sujetos obligados directos -el ciudadano pide y ellos responden- en las legislaciones locales de acceso a la información.
En este último supuesto ya se encuentra la tercera parte de las entidades: Baja California Sur, Campeche, Chihuahua, Colima, Morelos y el Distrito Federal, entre otras.
La realidad, sin embargo, es que no ha habido forma de hacer valer la ley. Cuando se trata de conocer el origen y destino de los recursos del PAN, PRI y PRD, éstos se valen de todo tipo de mañas, pero al final no dan su brazo a torcer.
Ésta es probablemente la manifestación más dañina de lo que se ha dado en llamar la "partidocracia" mexicana.
Si bien es grave que, a partir de la última reforma electoral, los tres competidores más grandes estén en posición de poder intimidar al árbitro, es todavía más preocupante que los dueños del torneo -los ciudadanos- no tengan la fuerza para aplicarle un antidoping creíble a los participantes.
Un ejemplo reciente es el del Distrito Federal. Grupo Reforma les solicitó hace unos días a todos los partidos locales información financiera tan básica como el destino del dinero recibido por prerrogativas.
Ninguno de ellos hizo la entrega completa de lo que se le solicitó. Convergencia estuvo cerca de ello; Alternativa, Nueva Alianza y el PT la entregaron parcialmente, y los tres partidos grandes y el Verde no respondieron en lo absoluto.
Los partidos están completamente desfasados con respecto al avance de otros órganos del Estado mexicano en materia de transparencia. Además -y comprensiblemente- nuestros partidos van atrás de las...
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