La Ciudad y el Crimen / Percepciones

AutorRafael Ruiz Harrell

Nada. En materia de seguridad pública eso fue lo que logró Andrés Manuel López Obrador. Nada. La delincuencia en conjunto permaneció igual. El único delito que disminuyó -el robo de vehículos-, todavía supera en dos veces y media a la media nacional y para colmo bajó en el resto de la República en proporciones mayores que en el DF. Los otros delitos subieron, como el robo a negocios, hasta el 40 por ciento y más, o se quedaron en lo mismo. Dos claros ejemplos de esto último son el homicidio doloso, que del 2000 al 2004 pasó de 709 a 710 en total, y los secuestros que de 141 en el 2000 llegaron a 145 en el 2004.

Las cifras finales son estas: en el 2000, 499.9 personas llegaron diariamente a la Procuraduría -por supuesto en promedio-, y presentaron una denuncia en demanda de justicia. En el primer semestre de 2005, el promedio diario llegó a 502.4. En los años intermedios entre el 2000 y ahora, el promedio fue más alto y, en total, durante el tiempo que el tabasqueño estuvo al frente del gobierno capitalino llegó a 525.9. Así que en lo dicho: la delincuencia no registró, ni siquiera con las cifras oficiales, descenso alguno.

La versión tabasqueña

Lo curioso es que el ahora ex jefe de gobierno sostuvo lo contrario hasta el último día de su administración y, según viene diciendo desde fines del 2002, es un problema de percepción. La criminalidad ha disminuido, pero la población no lo percibe porque hay fuerzas oscuras dedicadas a desorientarla diciéndole lo contrario.

Entre ellas se encuentran los medios -la tv, la prensa-, que con tal de hacer negocios y enriquecerse difunden los crímenes más extraordinarios y aberrantes. También están ahí los miembros de otros partidos que por intereses políticos tuercen la realidad y se niegan a reconocerle a AMLO mérito alguno. Y están, sobre todo, los enemigos jurados del tabasqueño -"El Innombrable" y algunos miembros del gran capital-, que están decididos a crearle todos los problemas posibles por todos los medios a su alcance. La delincuencia ha bajado, pero la gente no lo percibe a causa de las sucias maniobras de unos cuantos.

Momento de quiebre

Es importante detenerse aquí un momento y tratar de entender cómo es posible que López Obrador haya llegado a tener una idea tan extraña.

Como todo funcionario público que está trabajando empeñosamente en lograr algo, el tabasqueño llegó a la convicción de que su esfuerzo debía haber tenido resultados positivos. No se le ocurrió, así sea obvio, que el esfuerzo...

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