La Ciudad y el Crimen / Noticias evidentes
| Autor | Rafael Ruiz Harrell |
El pasado 17 de septiembre el jefe de gobierno repitió la cantaleta: la delincuencia en el DF está a la baja. La prueba se redujo, como siempre, a los dos crímenes que usa como caballito de batalla: el homicidio doloso y el robo de vehículo "cuyos datos y denuncias", según dice "se apegan bastante a la realidad, es decir: en estos delitos prácticamente no existe la cifra negra". En relación al primero señala que de 2001 al 2003 tuvo un promedio diario de 2.09. En lo que va de este año llega a 1.96. En lo que toca al robo de autos el promedio bajó de 95 por día del 2001 al 2003 a los 85 que lleva este año. La buena nueva es evidente: la criminalidad conocida está disminuyendo.
López Obrador no creyó que fuera necesario precisar las causas del descenso. Después de todo, al menos a su juicio, también son evidentes: empieza su día trabajando en eso con el gabinete de seguridad y justicia; las cárceles de la ciudad están llenas a reventar; la meta de arrestar a 22 mil delincuentes se cumplió tres meses antes de que terminara el año y aunque no lo repitió en su informe, todo indicaba que podría lograrse el propósito de reducir la delincuencia denunciada en 15 por ciento cada año: ya en marzo las cifras delictivas eran 8 por ciento inferiores a las del mismo lapso del 2003.
Lo único curioso es que todas las cifras disponibles, nazcan de encuestas o se trate de las que reporta la Procuraduría capitalina, indican lo contrario.
Encuestas
Los resultados de las encuestas trimestrales de nuestro diario son inquietantes. Al decir de la población del DF, la delincuencia cometida, fuera denunciada o no, creció 25.7 por ciento de enero a julio de este año. El hecho permite suponer que al concluir 2004 habremos padecido poco menos de un millón de delitos: 988 mil en números redondos.
Las encuestas arrojan un dato contradictorio: los entrevistados siguen manteniendo altas las cifras de popularidad de López Obrador, pero por otro lado empiezan a desconfiar de su administración, sobre todo en lo que se refiere a la procuración de justicia. Si en el 2003 denunciaron el 18.4 por ciento de los delitos sufridos, en lo que va del presente la proporción ha disminuido a 16.4 y tiene visos de seguir bajando. Si antes se denunciaba un delito de cada cinco, hoy es uno de cada seis.
Lo usual es que la delincuencia en total sea tres veces mayor a la denunciada, es decir, que las autoridades conozcan un crimen por cada dos que no llegan a su conocimiento. Que en la capital...
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