La Ciudad y el Crimen / Dilema de lealtades

AutorRafael Ruiz Harrell

Entre los muchos problemas a los que Marcelo Ebrard tendrá que hacerles frente hay uno de carácter fundamental: ¿a quién le va a ser leal: a la población que debe gobernar o al hombre que hizo posible que llegara al gobierno de la ciudad?

Un politiquillo de quinta, como Alejandro Encinas, diría sonriendo que no existe dilema alguno porque a su juicio serle leal a AMLO es lo mismo que servir a los habitantes el DF. Como todo mundo sabe, la realidad se encargó de refutarlo. Basta recordar el lamentable comportamiento de la administración capitalina frente al plantón que ahogó a la ciudad durante 47 días, y los perjuicios que le causó al empleo, al comercio, al turismo y a la imagen de México frente a la comunidad mundial, para tener que admitir que la ciudadanía tiene necesidades y prioridades muy distintas a las de un tabasqueño ambicioso que está poniendo en peligro nuestra democracia.

El dilema que enfrenta Ebrard es ante todo político: si decide seguírsela jugando con su ex jefe y desconocer a Calderón, estará actuando decididamente en contra de lo que quiere la abrumadora mayoría de la población capitalina. Y es muy simple lo que quiere. Desea ante todo y sobre todo, seguridad, tranquilidad, paz, certidumbre. Ya no quiere encuentros ni desencuentros, pleitos alimentados por terquedades ni cegueras que cancelen la posibilidad de diálogo. Si Marcelo insiste en seguir teniendo al Peje de carnal y en calificar al presidente electo de ilegítimo, nos estará siendo desleal a nosotros y no podrá servirnos.

EL CRIMEN

Lo que sucede en la política se refleja con toda claridad en las acciones frente al crimen. Si Ebrard quiere empezar su administración con paso firme y contando con el apoyo y la confianza de la ciudadanía, tiene que demostrar que está seriamente dispuesto a trabajar por la seguridad pública. Y en esto la primera tarea, así parezca extraño, es dejar de mentir y ofrecer las cifras reales de la delincuencia oficialmente registrada.

Con cifras manipuladas y poniendo estorbos a la presentación de denuncias, Bernardo Bátiz tiene años de estar tratando de engañar a los capitalinos con el cuento de que la criminalidad está a la baja. López Obrador pretendía ahondar el engaño repitiendo lo mismo en cada uno de sus informes trimestrales, pero tampoco nadie le creyó. Año con año ha venido creciendo la proporción de personas convencidas de que la...

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