La Ciudad y el Crimen / Advertencia reiterada

AutorRafael Ruiz Harrell

Hay razones para afirmar que en los últimos años el DF ha estado exportando parte de su delincuencia, sobre todo a la zona conurbada del Estado de México. Lo grave es que también hay motivos para sospechar que el curso de la corriente está por cambiar y los delincuentes que se fueron volverán a ejercer aquí su lamentable oficio.

Hace ya algún tiempo anuncié en esta columna (Reforma, 3 dic, 2001) que la zona conurbada (ZC) se había integrado criminológicamente al DF, de tal manera que los municipios mexiquenses y las delegaciones capitalinas constituían una sola unidad delictiva. A principios del año pasado (Reforma, 28 ene, 2002) señalé que los habitantes de la ZC estaban por superar en número a los del DF y en 2005 su delincuencia sería mayor que la nuestra. Meses después (Reforma, 25 nov, 2002), ofrecí un análisis demostrando que el descenso registrado en el DF en el robo de autos de 1998 al 2002, se había visto acompañado por un aumento importante en el número de vehículos robados en el Estado de México y en particular en la ZC, puesto que en ella ocurren poco más del 80 por ciento de los robos registrados en el Estado. Como exactamente el mismo fenómeno se presenta en relación al robo a transeúnte, hay razones para sostener que en términos del área urbana del valle de México, algunos delitos cambiaron de lugar, mas sin disminuir de número.

Conviene hacer una precisión: la migración se presentó sólo en los delitos patrimoniales, ya que en relación a los delitos de sangre la ZC ha superado al DF desde principios de la década anterior. Los índices por cien mil habitantes del 2002 son reveladores: en lesiones, homicidio intencional y violación, la ZC tuvo 556.7, 23.4 y 20.6. En el mismo orden el DF registró 298.4, 8.6 y 14.9.

Motivos

Para explicar por qué la corriente delictiva que iba del DF a la ZC puede revertir su curso es necesario precisar, en primer término, qué la causó, o lo que es igual, hay qué saber por qué los ladrones y otros delincuentes empezaron a preferir al Edomex sobre el DF.

La pregunta tiene fácil respuesta: emigraron porque el Estado de México es más seguro para ellos. Y no sólo eso: para los criminales es la entidad más segura de la República, ya que no hay ninguna otra en que las autoridades sean tan torpes e ineficaces para aprehenderlos y lograr que reciban la sanción de ley.

La proporción de delitos en los cuales los autores recibieron una sentencia condenatoria en el Estado de México es increíble de tan...

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